"Me resulta sonoro, musical, se pega la entonación y ya le voy cogiendo el tonillo, utilizo algunas palabras, pero tengo que aprender". María del Carmen Asensio es una melillense que trabaja como profesora en Asturias y no quiere pasar de puntillas por la región, por lo que se ha apuntado al curso de asturiano que organiza el Ayuntamiento de Grado a través del Servicio de Normalización Lingüística, que comparte con Candamo. Una iniciativa que ha registrado un éxito de participación.

Las clases, que dirige Miguel Rodríguez Monteavaro, son muy amenas y participativas, y en ellas adquieren conocimientos sobre la lengua asturiana normativizada, pero también descubren aspectos y detalles sobre una de las seis variedades occidentales, la que se habla en Grado. De hecho, en la que fue su tercera sesión aprendieron las diferencias lingüísticas de las variedades del asturiano, de Llanes a Tapia de Casariego, y de Cangas de Onís a Grandas de Salime.

Algunos de los alumnos llevaban tiempo queriendo aprender asturiano, como Isabel García: "Soy de Salas y en este curso ví la oportunidad de aprenderlo y creo que está muy bien porque es muy entretenido". Tampoco la moscona Belén García se lo ha querido perder, ya que su hija, Noemí Alonso, comienza a rodar en la canción asturiana, la tonada. "Me muevo en la cultura asturiana y no tengo ni idea de hablarlo", asegura.

Para "no ser una analfabeta en lo mío" se apuntó Julia Pérez, quien lleva muchos años viviendo en Cataluña. "Si no conocemos nuestra historia, nuestra lengua, no podemos ser; en Catañuña he aprendido el idioma y sobre su literatura y, sin embargo, del mi asturiano no sé nada", reconoce esta alumna.

El curso de asturiano marcha tan bien que el Ayuntamiento valora la posibilidad de continuar en los próximos años con la iniciativa, con el apoyo del Principado de Asturias.