La Delegación del Gobierno en Asturias ha instado al Ayuntamiento de Bimenes a anular el acuerdo plenario que aprobó la ordenanza municipal de uso de la lengua asturiana, y a dejar sin efecto la norma. Sin embargo, el alcalde, el asturianista Aitor García, ha contestado a la Delegación con un escrito en el que sostiene que no procede atender al requerimiento, ya que "la ordenanza cuestionada se ajusta plenamente al ordenamiento vigente".

Uno de los principales argumentos del municipio es que en ningún lugar se señala que el asturiano sea oficial o cooficial, sino que se habla de "lengua propia", una noción que se aplica a un idioma que se ha formado históricamente en un territorio. Ser lengua propia no le confiere al asturiano ningún estatus jurídico específico, en contraste con la lengua castellana.

El regidor se muestra "sorprendido con este nuevo intento por parte de algunos ámbitos políticos de aniquilar el idioma asturiano", y recuerda que "una lengua no tiene ideología ni pertenece a ningún partido político".