El parque de La Cebera tiene una amenaza: la "Robinia pseudoacacia". Esta planta, natural del este de Estados Unidos e incluida en el programa regional de seguimiento a especies invasora, ha proliferado en el bosque sierense en los últimos tiempos, poniendo en peligro la biodiversidad del pulmón verde de la zona centro, como así denuncian colectivos ecologistas, que urgen medidas para tratar de erradicar una plaga que en la cornisa cantábrica se mueve como pez en el agua.

La llegada de la falsa acacia -como es conocida popularmente- a La Cebera es difícil de situar, tanto en el cómo como en el cuándo. Cronológicamente se tiene constancia de que su aparición en Lugones viene de atrás. "Hace años que sabíamos de su existencia en el parque, pero con los trabajos de mantenimiento siempre se segaban antes de que pudiesen dar semillas. Ahora, como esas labores ya no se realizan con la misma frecuencia, se han expandido", sospecha Tárik Vázquez, portavoz de la asociación Biodevas.

El cómo no está más claro. Este sentido, los ecologistas manejan dos hipótesis: la primera baraja la posibilidad de que las semillas de "Robinia pseudoacacia", una planta muy utilizada para ornamentar entornos urbanos por la buena sombra que ofrece, haya llegado a La Cebera por medios naturales.

La segunda gira en torno a las labores de mantenimiento del parque silvestre. "En muchas ocasiones el equipo de mantenimiento de zonas verdes tira los restos de poda en el propio bosque, y no en un lugar adecuado. Es posible que juntaran desmoches de otros lados y que acabasen juntas en La Cebera", advierten desde Biodevas que, no obstante, no dan más peso a una opción que a otra.

En cuanto a las posibles medidas para erradicar esta plaga, desde Biodevas abogan por redactar un "plan integral" para La Cebera. " Los métodos mecánicos para eliminar la falsa acacia no son eficaces por sí solos, dada la facilidad de la especie para retoñar de raíz. Se debe empezar por retirar manualmente las plántulas cuando el suelo esté húmedo, y así facilitar la extracción de toda la raíz. Para los individuos adultos deben efectuarse talas periódicas, que no producen la muerte del árbol pero evitan que siga produciendo semillas", propone Vázquez, que también advierte de la proliferación de otras especies invasoras como el plumero de la Pampa y la planta de las mariposas.