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AITOR GARCÍA | Alcalde de Bimenes por el PAS

"La guerra del asturiano se está usando para tapar lo importante"

"Teníamos una deuda con la comarca de 212.000 euros, la hemos ido pagando y tenemos previsto saldarla este año"

Aitor García, delante del Ayuntamiento de Bimenes, en Martimporra. MANUEL NOVAL MORO

El alcalde de Bimenes, Aitor García, se hizo con la presidencia del Ayuntamiento de Bimenes después de conseguir tres concejales para su partido, el PAS, del que es el único representante en toda Asturias, y gracias a un pacto con IU y Xente Yerbato.

- ¿Qué destaca de sus dos primeros años de gobierno?

-El balance es positivo porque la situación económica, que era terrible, invitaba a pensar en todo lo contrario. Yo lo resumiría todo en la recuperación económica. Por ejemplo, había una deuda con la Comarca de la Sidra de 212.000 euros, la hemos ido pagando y probablemente la podamos saldar antes de cerrar el año. Lo conseguimos sin despedir a trabajadores, sin reducir jornadas, sin reducir servicios básicos. Cuando llegamos había pueblos con las luces apagadas, y no solo las recuperamos sino que ahora tienen más puntos de luz. Había muchos proveedores que estaban sin cobrar y ahora tenemos un promedio de pago de siete días.

- ¿Y cómo lo hicieron?

-Simplemente, a base de no malgastar. Y no hay que olvidar la deuda pendiente de la piscina, de cerca de 400.000 euros.

- ¿Las relaciones con los otros municipios de la comarca son ya buenas?

-Sí. La Mancomunidad es un ejemplo de buen funcionamiento, de buenos trabajadores; es una buena administración, y nosotros dependemos mucho de ellos, en la oficina técnica, los servicios sociales y la atención primaria.

- ¿Es bueno o malo ser un partido pequeño?

-Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero en cualquier caso tenemos muy buena relación con el Principado. Y el ejemplo es la carretera de Suares, que se va a hacer, y la depuradora que ya echó a andar, y a la que se están enganchando un montón de núcleos de Bimenes.

- Presume de una buena relación con sus socios de gobierno.

-Es una relación excepcional porque aquí todo el mundo trabaja por el interés del pueblo, y nadie tiene sus colores por delante. Estamos todos en el mismo barco.

- ¿Se enfadarán el último año, como suele pasar?

-Es inevitable que cuando lleguen las elecciones haya algo de distancia, pero no creo que perdamos la compostura. Ahora no se distingue quién es de un grupo y quien de otro. Son buena gente, buenos vecinos y compañeros. Y además tenemos un tejido asociativo buenísimo. La gente es muy participativa y da gusto trabajar con ellos.

- Bimenes siempre ha sido territorio asturianista. Ahora resurge el debate de la oficialidad en Asturias.

-Creo que todo lo que sale ahora es como el procès a la asturiana. En Bimenes sobre la oficialidad, lo que decimos es: "habla como te de la gana" y ya está, no le damos más vueltas. Lo que nos sigue importando es la economía, que la gente esté en paro y dar los servicios de calidad. De la misma manera que allí están con una guerra de banderas tapando lo importante, aquí lo hacen con el asturiano. Están desindustrializando Asturias, acabando con la ganadería, con la pesca y con todo, y la gente está preocupada con el asturiano. En Bimenes no tenemos ningún problema. Hablamos asturiano y lo dignificamos. A mucha gente aquí le dieron golpes en la escuela para que hablara castellano.

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