La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un "dragón" protege los libros en Candás

"Se alimentará de libros viejos que estropean los niños malos", dicen los alumnos del Poeta Antón del ser mitológico instalado en la biblioteca

A la izquierda, Samuel García de "dragón", y a la derecha, Hugo González, Noemí Hernández, Rodrigo Santos y Hugo Pilo con un papel en el que escribió el nombre del dragón de la biblioteca, "Comelibros". I. G.

La figura de un dragón inspirado en la serie literaria y audiovisual "Juego de tronos" preside la zona infantil de la biblioteca "Carlos González Posada" de Candás. Y ya tiene una misión: vigilar y proteger los libros para niños. Lo dicen los alumnos de cinco años del colegio Poeta Antón que ayer acudieron al centro municipal para participar en un taller sobre ese nuevo miembro de la biblioteca. Más concretamente, los pequeños Martín Pose y Carla Posse insisten en que el animal mitológico "es de mentira". La imaginación de los pequeños desborda por todas partes, piensan que el dragón se alimentará de "los libros viejos, de esos que estropean los niños malos". Ellos se consideran "buenos" y "lectores".

En la serie "Juegos de Tronos" existen tres tipos de dragones, "Drogon", "Viserion" y "Rhaegal"; sin embargo, el candasín no tiene ningún nombre de esos. Los alumnos de 5 años del colegio Poeta Antón lanzaron sus propuestas al aire para bautizar al nuevo "vigilante" de la biblioteca. Adrián Fernández propuso "Comedrais", otros proponían "Sindientes" pese a contar con una importante dentadura, Lluna de los Bueis prefería llamarlo "Superdinosaurio" y Lucía Rodríguez, "Superdraca".

Hugo Pilo, Rodrigo Santos, Noemí Hernández y Hugo González se pusieron de acuerdo y optaron por "Comelibros", que resultó ser el nombre ganador. Todo ello mientras Mateo Álvarez pensaba que era mejor llamarlo "Pepe Comelibros" y Laila Menéndez dudaba entre "Pepe" a secas o "Superrapepe".

Tras minutos de dudas, los pequeños decidieron que ese ejemplar de dragón protector de los libros infantiles se llamará "Comelibros", aunque también sonó "Comeli". Hugo Pilo había escrito previamente el nombre ganador en un papel y estaba contento de que el nombre que él eligió junto a sus compañeros de mesa hubiera sido el definitivo.

Samuel García se escondió un momento detrás de un dibujo, asomó la cabeza y comprobó que su cuerpo era el de un dragón, Estaba en un "photocall" que también ha sido instalado en la zona infantil de la "Carlos González Posada". Al tiempo, los pequeños participaron en un taller de manualidades. Con pinturas, pegamento y mucha imaginación, los pequeños dibujaron un dragón sobre una cartulina de color verde. Desde arriba, "Comelibros" miraba atento cada uno de los pasos de los niños. Ellos estaban tranquilos porque ahora ven más protegidos las publicaciones recomendadas para su edad. "Es un dragón-persona, no puede volar y no le queda otra que quedarse ahí y vigilar", señala Martín Pose, que ya ha creado un universo paralelo en su cabeza sobre las misiones del nuevo integrante del centro municipal que dirige Carmen Dintén, la bibliotecaria.

El "dragón" de la zona infantil fue donado recientemente por la peña "Galdiar" de Candás, el mismo colectivo que hace varias semanas colocó un sillón de "Juego de tronos" en el pasillo de la biblioteca, ubicado junto a una estantería con publicaciones vinculadas a la exitosa serie literaria. Ahora, los pequeños están más tranquilos al comprobar que nadie "tocará" sus libros, ni siquiera el fantasma de la biblioteca candasina.

Compartir el artículo

stats