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La filosofía del "firmo otra mayueta el añu que vien"

Emilio Palacio no aspira a ganar campeonatos de Asturias ni tampoco busca excusas a la hora de justificar sus derrotas. La pasión de este octogenario por la cuatreada se basa pura y llanamente en una inaudita afición que, ya de paso, conlleva una actividad deportiva muy recomendada por los médicos para mantenerse en plena forma a sus 82 años.

El espíritu de Palacio se refleja perfectamente en sus actos. El declive y la irregularidad inevitables del paso del tiempo hace que con mayor frecuencia reciba importantes correctivos en sus enfrentamientos con jugadores mucho más jóvenes en la gran mayoría de los casos. Lejos de tirar la toalla y dejar de participar, tras la pertinente felicitación al rival suele sentenciar con su máxima. "Firmo que me metas otra mayueta el añu que vien", suele decir ganándose definitivamente el aprecio del contrincante.

Su perseverancia le llevó incluso durante unos años a resistirse a utilizar el permitido tiro de 18 metros de distancia para los aficionados. Emilio quería seguir jugando desde el de 19,5 metros, no por no querer ventajas, sino por mantenerse a nivel desde la distancia mínima exigida para poder disputar el resto de competiciones oficiales y no limitarse a los torneos amateurs.

Los ejemplos de su entrega son interminables. En su día decidió operarse el brazo con el único cometido de poder seguir jugando a los bolos y a pesar de someterse a delicadas intervenciones por otras dolencias, siempre volvió al castro en plazos más cortos de los que cualquiera se pudiese imaginar. Además, su presencia en las boleras nunca se limitó a sus partidas. Siempre que puede acude a presenciar los choques de sus compañeros a los que anima y aconseja en la medida de lo posible, siempre con el espíritu de que en los bolos, lo que menos importa es el resultado.

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