El servicio de recogida de animales de Siero, puesto en marcha hace 21 meses, está desbordado. Así consta en un informe municipal, que refleja que en ese tiempo han pasado por las instalaciones, ubicadas en Aramil, 493 ejemplares, de los que la gran mayoría, 450, fueron perros.

La capacidad de acogida del centro está, aproximadamente, en los 60 perros, y cifras mayores comprometían la capacidad de acogida, con lo que el municipio hubo de tomar medidas excepcionales, como acortar el plazo para la salida en adopción de los cachorros o no recoger aquellos perros de razas potencialmente peligrosas cuyos propietarios los llevaban al centro para su entrega voluntaria. El informe señala que la acogida para los próximos meses ya está comprometida, debido a que el centro se encuentra "en los límites de su capacidad".

Una de las cuestiones importantes para frenar este aumento de la acogida es obligar a los dueños a cumplir la legalidad. Alrededor del 37 por ciento de los perros recogidos no disponían de microchip, lo que hace imposible localizar a los propietarios para devolvérselos. El caso es que cuantos más perros estén identificados, más fácil será que puedan regresar con sus propietarios.

El resto de animales acogidos han sido 16 gatos, 11 caballos, 65 cabras, dos ovejas, dos vacas, dos burros, un corzo, una tortuga, un pavo real y un conejo.

De todos estos animales, más de la mitad, 250, han sido recuperados por sus dueños: 226 perros, dos caballos, dos vacas, dos cabras, una oveja, tres gatos y el pavo real.

Del resto, la mayoría, 153, fueron entregados en adopción: 141 perros, de los que 102 fueron adoptados por particulares y 39 por protectoras; ocho gatos; un burro; una cabra; una tortuga, y un caballo.

Por último, diez animales fallecieron o fueron sacrificados debido a su mal estado de salud, que se hacía irrecuperable. El corzo volvió a su medio natural.