La asociación vecinal de Candás sopesa denunciar los vertidos de aguas negras en la playa de La Pregona y elevar ese problema medioambiental a la Fiscalía de Medio Ambiente. Eso sí, antes de tomar esa decisión, la entidad vecinal confía en que el Ayuntamiento elabore un informe sobre los vertidos al río Noval, que luego van a parar a la playa candasina. La asociación también reclama un estudio con la relación de los edificios del casco urbano de la villa que no están conectados a la red general de saneamiento y un informe técnico sobre la situación de la instalación y el funcionamiento del aliviadero en la bocana de salida del río a La Pregona.
Esta reacción vecinal surge después de comprobar cómo el pasado domingo, por la persistente lluvia, se registró una mezcla de aguas negras y barro en el céntrico arenal candasín. El dirigente vecinal, Luis Fernández, indica que el primer problema que denunció su colectivo ocurrió en el verano de 2005 por motivos similares a los del domingo.
"En aquella ocasión, los vertidos contaminaron las aguas del puerto y de la playa Palmera, que sufrió el cierre temporal al baño", señala Fernández, que destaca además que su asociación tiene constancia de la existencia de edificios sin conectar al saneamiento general. "El Ayuntamiento ha de controlar esa situación y corregirla", asevera Luis Fernández, que confía en que el Ayuntamiento tome nota de este asunto para evitar así la denuncia ante Fiscalía.
