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Innovación y exportación, las claves del sector maderero para salir de la crisis

"Las pequeñas carpinterías, vinculadas a la construcción, han cerrado; hay que especializarse", dice el director del Centro de la Madera de Carbayín

Juan Majada, ayer, en el Centro Tecnológico Forestal y de la Madera. M. M.

"Las empresas del sector de la madera que han recurrido a la innovación y a la exportación son las que han sobrevivido mejor a la crisis y ahora están en crecimiento". Lo afirma Juan Majada, director del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera, ubicado en Carbayín (Siero). Un buen termómetro para comprobar que este sector se va recuperando poco a poco es que cada vez tienen más proyectos de investigación en marcha. Son un referente nacional. "Las pequeñas carpinterías han cerrado casi todas por su gran vinculación con la construcción", reconoce, y añade que "la solución ha sido la innovación en producto y exportación". Los principales destinos son Europa y el centro y el norte de América.

En el Centro Tecnológico Forestal y de la Madera (Cetemas) trabajan, entre otros temas, en la investigación y el desarrollo de materiales y productos. Majada explica que lo que más demandan las empresas del sector de la madera es lograr una especialización en artículos que tengan una ventaja competitiva en el mercado. Por ejemplo, en cuanto a productos más resistentes al fuego o durabilidad en el exterior.

Además, las compañías están muy interesadas en que los investigadores del Centro Tecnológico Forestal y de la Madera les ayuden a desarrollar certificados y marcado CE para sus productos tradicionales o innovadores. "Es la principal demanda del sector industrial", destaca Juan Majada. Es el caso del campo de los cerramientos (como ventanas), pues hay tres empresas asturianas que están desarrollando nuevos proyectos. Buscan, entre otras cuestiones, una mayor eficiencia energética y que cumplan con mayores exigencias en cuanto a resistencia al viento. Un caso práctico es el mercado americano y centroamericano. En estos países, la normativa es más exigente por los huracanes y otros efectos climatológicos adversos que sufren con más asiduidad que en otras partes del mundo, como puede ser Europa.

El Centro Tecnológico Forestal y de la Madera, con sede en Carbayín, es una fundación sin ánimo de lucro constituida en 2009. Su objetivo es fomentar la investigación, desarrollo e innovación en la cadena de valor bosque-industria. Sus campos de estudio son muy amplios y son un referente nacional, pues en España hay "pocos centros especializados en madera", reconoce su director.

En sus instalaciones de Siero disponen de dos laboratorios analíticos, otro de bioproductos y de rayos X, uno de materiales, otros de construcción y uno más de geomática. Aquí trabajan 21 investigadores y desarrollan proyectos para empresas asturianas y de otros lugares del país. La fundación ha revisado recientemente su plan estratégico con la finalidad de adecuar sus líneas de trabajo a las necesidades de la Red Especializada Inteligente (RIS) III del Principado. En esta nueva estrategia seguirán apostando por las líneas con las que se inició su actividad (desarrollo forestal sostenible, tecnología de la madera, madera estructural y construcción), así como otras horizontales que apuestan por las nuevas tecnologías.

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