La cabalgata del príncipe Aliatar en El Berrón se ha convertido en unos pocos años, por derecho propio, en una de las citas importantes de la Navidad en el concejo de Siero. Su Alteza Real llegó ayer a la localidad para protagonizar un espectacular desfile que atrajo visitantes no solo de El Berrón, sino de villas colindantes como la Pola o Noreña.
El desfile comenzó con un vistoso castillo de fuegos artificiales que encantó a todo el mundo. Una vez que concluyeron los fuegos, los niños esperaban ansiosos el paso del cortejo del príncipe por la calle principal de El Berrón, la Avenida de Oviedo. La cabalgata salió de la iglesia parroquial de San Martín de la Carrera y entró por la Avenida de Langreo en la Avenida de Oviedo, donde tuvo su mayor expectación.
Como todos los años, el público esperaba alguna sorpresa, y no se sintió defraudado. Todos los años aparece en el desfile algún animal insólito por estos pagos. Y si otros años fueron elefantes, dromedarios o llamas, en la tarde de ayer hubo un carro tirado por renos, que fue lo que más atrajo la atención de los niños.
Pero solo antes de que llegara la carroza principal, la del príncipe Aliatar, que como le corresponde a una personalidad tan alta fue muy espectacular. La carroza iba tirada por dos enormes bueyes, y el príncipe estaba situado en lo alto de una plataforma muy iluminada con bombillas, y que por momentos soltaba dos grandes chorros de fuego de unos cañones situados en la parte alta. Además de Su Alteza Real iban acompañándolo varios pajes, y tampoco faltaron los regalos.
El resto del cortejo estaba formado por una banda de gaitas, una carroza con una locomotora de la que no paraban de tirar caramelos, un grupo de pajes portando antorchas, una banda de tambores y bailarinas y, para concluir, un grupo de jinetes del oriente.
Los niños se mostraron entusiasmados todo el tiempo, especialmente con la presencia de los animales exóticos. El Berrón volvió a confirmar su gran tirón en la jornada previa a la visita de los Reyes Magos de la que hoy disfrutarán todas las localidades.
Una excepción ha sido el vecino concejo de Sariego, en el que los Reyes Magos se adelantaron un día para desfilar, visitar la residencia de mayores y recibir a los niños en la Casa de Cultura.
