La alcaldesa de Carreño, la socialista Amelia Fernández, está dispuesta a asumir la presidencia de la mancomunidad del Cabo Peñas (que comparte con Gozón), pero con condiciones. Y estas no son otras que el concejo vecino -también gobernado por socialista- asuma las deudas pendientes con el ente y anule un acuerdo plenario de 2013 en e que acordó "separarse unilateralmente" de Cabo Peñas.

Fernández hizo pública ayer la carta remitida a Jorge Suárez, alcalde de Gozón y actual presidente de la mancomunidad. En la misma se enumeran las condiciones para asumir el cargo. El gesto, defendió ayer el portavoz del gobierno carreñense, Gabriel Rodríguez, demuestra que la Alcaldesa "abre la puerta a la búsqueda de soluciones que permitan avanzar sin menoscabar los intereses del concejo. Estas soluciones pasan por confirmar el compromiso de abono de la deuda pendiente, aclarar cuestiones relativas a los servicios y garantizar el pago a proveedores", explicó.

Según Carreño, a 31 de diciembre pasado, la deuda gozoniega con Cabo Peñas es de 157.142 euros. También piden un compromiso para determinar qué servicios prestar y firmar un convenio para la piscina que satisfaga a las empresas.