Después de que los "Ángeles del Infierno" también se tomasen vacaciones por Navidad y dejasen de pasar esos días por su sede en La Felguera de Noreña, ayer regresaron, a pesar de la orden de cierre municipal por carecer de licencia de actividad.

El vecino afectado -que denunció la situación y logró que la alcaldesa, Amparo Antuña, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Pelayo Suárez, declarasen por prevaricación ante el juez, que finalmente decretó el archivo provisional de la causa- acudió de nuevo a la Guardia Civil para informar de que había varios vehículos aparcados en el exterior del edificio y, por tanto, seguía la actividad en el interior. No obstante, se trata de una competencia municipal.

El vecino se queja de que unos y otros siguen sin actuar y a pesar de la orden de cierre, el colectivo "Ángeles del Infierno" nunca dejó de ir a Noreña. Está dispuesto a acudir al cuartel cada fin de semana que esto ocurra. Lamenta que, ayer, los agentes, aunque pasaron por la zona, ni siquiera pararon o se bajaron del vehículo.