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La Pola pide imitar a Lugones, que reflota el ladrillo con la construcción "a la carta"

Diseñar los pisos en función de las demandas de los clientes está siendo clave para el auge del sector en la localidad, según los expertos

La primera licencia para construir un edificio en Siero en 2018 fue para Lugones, la última de 2017 para una promoción urbanística en La Fresneda y la penúltima para otro bloque en la localidad más poblada del concejo. El ladrillo comienza a remontar en la zona oeste del concejo, y no lo hace por casualidad. A las buenas comunicaciones y la proximidad con Oviedo hay que sumarle un éxito que puede anotarse a los promotores: La construcción "a la carta", esto es, diseñar los edificios en función de las necesidades que transmiten los compradores, una fórmula que "está funcionando muy bien" en la localidad lugonense y que ya demandan los profesionales del sector en la Pola, donde no se construye obra nueva desde antes de que estallase la crisis.

El primero de estos bloques "a la carta" ya está construido -y vendido en su totalidad- en la calle Antonio Machado. Ahora, y tras conseguir la licencia de obra, se levantará a su lado una segunda fase que ya tiene vendidas cinco de sus nueve viviendas. "El éxito está en hacer las viviendas en función de lo que nos pedían los clientes. Nos fijamos en lo que nos pedían aquellos que se quedaron fuera de la primera fase o la gente que tenía interés en comprar. Eso fue lo que luego se proyectó", desvela Dolores López, directora de la agencia Reines de Lugones, que comercializa esta promoción que cuenta con ático, apartamentos y pisos de dos y cuatro habitaciones.

Este modelo de construcción, aseguran los expertos, es una muestra más "del cambio en los usos de compra, en los que ya no manda el diseño, ni la idea del propio constructor". "Ahora la gente busca o un piso de segunda mano, barato, para reformarlo y alquilarlo, o la vivienda de tres habitaciones, como hogar para toda la vida", afirma Higinio Martínez, de la lugonense inmobiliaria Factor Home, quien considera que la zona más demandada de la localidad "es el entorno de Antonio Machado". Pese a ello, obras ya concluidas en esta zona gozan de menor éxito de ventas que los pisos "a la carta": "Se ha vendido en torno al 50%".

Mientras en Lugones el ladrillo comienza a ser un valor al alza, en Pola de Siero viven la mejoría generalizada en el sector, pero demandan obra nueva. "No se construye desde antes de la crisis, y lo único que hay a estrenar son pisos de aquella época que ya no encajan con el perfil que busca hoy la gente, que pide primeras calidades, espacios amplios y tres habitaciones", explica Marta Soberado, de Reines en Pola de Siero, para quien lo ideal sería copiar el modelo que hoy triunfa en Lugones: "Además, hay demanda de obra nueva".

También coincide en la necesidad de dar luz a nuevas promociones inmobiliarias María Ángeles Rivas, directora de la agencia polesa La Isla. "En este 2018 parece que la gente tiene más presupuesto y comienza a preguntar por la vivienda nueva", destaca la experta, quien afirma que hasta el momento la norma en la capital del concejo es que el cliente busque "una vivienda habitable, a precio competitivo y sin grandes lujos".

En cuanto a la salud del mercado, todos coinciden que a su cierre, 2017 confirmó la dinámica ascendente que dejó entrever a comienzos de año y que, en sus primeros compases, 2018 también atisba: "Esperemos que sea el año del despegue definitivo del sector".

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