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"No podemos quedarnos en la calle", dice un desalojado de González Moniello

Las dos familias que aún pernoctan en un hotel tendrán que abandonarlo mañana y hoy se reunirán con Servicios Sociales para buscar soluciones

Las dos familias desalojadas del edificio de la calle José González Moniello cuyo tejado se desplomó y que, actualmente, viven en un hotel de Perlora tendrán que abandonarlo el próximo día 19 por orden del Ayuntamiento, que es quien está cubriendo los gastos de alojamiento desde el pasado lunes. "Mañana -por hoy- tenemos una reunión con Servicios Sociales, lo que tengo claro es que no me voy a quedar en la calle con mi mujer y el bebé, nos dicen que actualmente no hay pisos de emergencia para realojarnos, a ver qué solución encontramos pero por el momento no pinta bien la cosa", señaló Cristian Simón, uno de los afectados. El vecino de la calle José González Moniello tiene claro que la renta del piso en el que vivía hasta el pasado lunes "no se va a pagar más por el momento".

El abogado de la propietaria del edificio, Alfredo Menéndez, explicó que ha llegado a un acuerdo con el letrado de las dos familias afectadas con el fin de suspender el contrato de arrendamiento hasta que no haya una solución. Menéndez avanzó que los desperfectos generados tras el desplome del tejado van a ser reparados, eso sí esa actuación no será inmediata.

Para ejecutar esos trabajos que afectaron a las vigas que sustentaban el tejado, aún es necesario analizar los informes técnicos elaborados por el Ayuntamiento y también los que encargará la propietaria del edificio.

Una vez estén solucionados los problemas estructurales, los inquilinos podrán volver a ocupar sus viviendas y reanudar el contrato de arrendamiento, según indicó el abogado de la propietaria. "Es un aplazamiento del contrato, como desean los inquilinos", apostilló el letrado.

El resto de personas que fueron desalojadas durante la madrugada del lunes al martes viven actualmente en casas de familiares. Tras descansar la primera noche en un hotel de Perlora, buscaron cobijo en viviendas de su entorno. No así las dos familias, ambas con menores, que por el momento, desconocen si a partir del sábado tendrán un lugar bajo techo en el que hospedarse. Los afectados lamentan que ellos no pueden pagar el pato cuando cumplían con el pago del alquiler. "Que cayera el edificio no es un problema nuestro", indicaron los afectados, que confían en que la reunión de esta mañana en Servicios Sociales haya luz al final de túnel.

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