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La piscina, al margen de la crisis de la Mancomunidad: más de 300 cursillistas al mes

Gozoniegos y carreñenses apuntalan el éxito del centro de Antromero, que superó en 2017 los 3.100 usuarios

La Mancomunidad del cabo Peñas agoniza, entre otros asuntos, por la falta de entendimiento entre los ayuntamientos de Gozón y Carreño (ambos gobernados por el PSOE) y no sólo en el plano económico. Este organismo comarcal nació en los años noventa y una de sus primeras actuaciones fue la construcción de la piscina climatizada de Antromero, que pese a la crisis abierta en el ente supramunicipal cosecha nuevos récords cada año, sobre todo, en los cursillos de natación, en los que participan niños desde los dos años hasta jubilados.

La piscina de Antromero registró el pasado año a un total de 3.133 cursillistas, sin contar las clases que el centro deportivo presta a los alumnos de los centros educativos de la comarca de Peñas. "Tenemos mucha ocupación", resalta Manuel Muñiz, responsable de la piscina mancomunada, que recuerda que 2011 fue el año con más cursillistas con 3.245 personas inscritas, seguido de 2013 con 3.189. Eso sí, puntualiza, en aquellos años se prestaban cursillos durante el mes de agosto, cuestión que dejó de llevarse a cabo en 2014. "Es brutal que durante la mayoría de los meses del año tengamos a más de trescientos cursillistas entre Gozón y Carreño y es más, algunos meses como noviembre no se alcanzó la cifra de 400 por solo seis personas", indica Muñiz, con los datos en la mano.

En la tabla que marca el histórico de la asistencia a los cursos de natación desde la apertura del centro en 2004, se fijan los récords de participantes. Cabe destacar que tanto en los meses de diciembre como en marzo de 2017 se registraron las cifras más altas de participantes con 378 y 368 personas, respectivamente, en comparación con los mismos meses de otros años. Es de reseñar también que durante los meses de febrero, abril y noviembre del pasado año, se registraron también los segundos mayores resultados de participación y en el caso de enero, octubre, los terceros puestos.

"Los cursillos fidelizan, se desarrollan todos los días menos los domingos y atraen a buena parte de los vecinos de ambos municipios, son mensuales y los datos que arrojan inciden en la importancia de este servicio tanto para Carreño como para Gozón", indicó Muñiz, que quiso resaltar además la paradoja de que tanto en 2015 como en 2016 no se registrara ningún récord de participación en los cursillos como ha venido cada año desde 2010.

"Ese bajón está relacionado con la caída demográfica, hubo menos niños inscritos y en 2017 volvimos a remontar", concluyó.

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