"Una romería como las de antes". Así fue la última jornada de las fiestas de Robledo, que tuvo su plato fuerte en la misa y procesión de San Antón -Sant' Antón para los locales-. Aprovechando la soleada mañana y la agradable temperatura, "por primera vez en cinco años", el oficio en honor al patrón de los animales y de la localidad llanerense se celebró al aire libre, junto a la capilla. Vecinos, allegados y mascotas, amén de dos caballos, siguieron juntos la ceremonia en una misa atípica pero que gustó, sobre todo a los más pequeños.

"Es mucho más divertido que una misa normal", dice con media sonrisa y mucha timidez la pequeña Nayara Antuña, que en ningún momento de la ceremonia soltó la correa de "Nala", una perra que cuando la compraron prometía ser pastor alemán "pero que ahora no se sabe muy bien qué es". Acompañada por sus padres y su hermano pequeño, Adrián, los Antuña disfrutaron ayer por primera vez del Sant' Antón. "Los perros tienen justo un año, así que vamos justo en tiempo", bromea Mayra Cano, la madre, junto a "Tango", el pastor alemán que completa la familia.

Precisamente como si fuesen sangre de su sangre asegura Carlos Manuel Borges que quiere a sus tres chuchos. Tres imponentes mastines leoneses de 80 kilos de peso que ayer centraban la mirada de todo el que pasaba cerca de ellos. "Son muy buenos y muy tranquilos. Están enseñados para cuidar el ganado, pero no muerden", aclara su dueño, quien asegura que reciben tantos cuidados como si de un humano se tratase: Comen pollo, yogures... El que tiene animales tiene que quererlos y cuidarlos",

Tras la misa, el párroco de Lugo, Ignacio Gallo, fue "saludando" uno a uno a los animales y bendiciéndoles con agua bendita. "¿Es amistoso, se puede tocar?" preguntaba el cura, muy cariñoso en todo momento con las mascotas. A continuación, y tras un "Asturias patria querida" interpretado por el grupo valdesano "La Fonte la Faya", los feligreses emprendieron procesión por el pueblo, comandada por Sant' Antón, llevado en volandas por sus vecinos.

Después estaba prevista una sesión vermú y la degustación del menú de Sant' Antón, compuesto por callos, adobo, picadillo y arroz con leche. Las jornadas gastronómicas de las fiestas de Robledo se están convirtiendo en todo un referente en el concejo. Este año cumplieron 14 ediciones, y en la jornada del sábado, la más multitudinaria, se llegó a dar cena, a base de platos de matanza, a más de medio millar de comensales. La Cofradía de los festejos confía en que estas cifras sigan aumentando en los años venideros y también esperan que la jornada del viernes, que este año inauguró memorial de tute, se consolide y arrastre a más gente.