El Ayuntamiento de Noreña ha abierto un expediente al Matadero Central de Asturias, ubicado en el concejo, por carecer de licencia de obras para la construcción de un surtidor de combustible dentro del recinto. En un decreto, firmado el pasado lunes por el concejal de Urbanismo y Obras, Pelayo Suárez, así como por la secretaria municipal, se ordena "la inmediata paralización de las obras en curso de ejecución, así como la interrupción de la prestación de los servicios".
En el caso de que no se cumpla con la orden municipal de suspensión de los trabajos en el plazo de cuarenta y ocho horas, el consistorio procederá por vía de ejecución forzosa, lo que conllevará el precinto de las instalaciones y elementos auxiliares de la construcción. En el mencionado decreto se indica que podrán retirar todas o parte de la maquinaria, así como materiales y adoptar cualquier otra medida que juzgue conveniente "en orden a la efectividad de la suspensión, sin perjuicio de dar cuenta a los Tribunales de Justicia con vistas a la exigencia de las responsabilidades de orden penal en que hubiesen podido incurrir los infractores". Así figura en el decreto.
La Policía Local de Noreña y la oficina técnica municipal estarán vigilantes para que se cumpla esta orden de suspensión de los trabajos que se estaban realizando sin licencia. En el documento se especifica que "los actos realizados, sin perjuicio de lo que resulte de la instrucción, pueden ser calificados como presunta infracción urbanística". La aplicación de una posible sanción se realizaría en distinto procedimiento a este, que persigue el "restablecimiento del orden jurídico perturbado".
Este expediente es el resultado del acta de inspección emitido por la oficina técnica municipal el domingo, día 28, en la que se pone de manifiesto que en el recinto industrial del antiguo Matadero Central de Asturias "se están llevando a cabo una serie de obras sin disponer de la preceptiva licencia municipal". Se especifican el tipo de trabajos y asegura que "constituyen infracción urbanística clasificada como muy grave". En el momento de la visita no estaba ningún responsable, sólo dos operarios trabajando en el interior de una zanja.
