Pese a su cierre, el espíritu del campo de golf de La Fresneda sigue muy vivo. Y desde ayer, más todavía. Una veintena de exabonados de la entidad sierense reunidos en La Morgal (Llanera) acordaron formar una asociación en la que estarán exjugadores de la urbanización, el club sin campo La Ventura -con vinculación a La Fresneda- y la escuela Álex García -que operaba en las instalaciones sierenses y ahora se ha trasladado a La Morgal- para mantener vivo el "ambiente familiar" del campo cerrado hace ya siete meses.
Aunque la intención de los exabonados era constituirse como un club de golf sin campo, en la reunión celebrada ayer se acordó unirse con las otras dos entidades "para mayor beneficio de todos". De esta manera, con la escuela de golf Álex García se "asegurarán" de gozar de "cantera" y con el club La Ventura, de gestionar las licencias deportivas, aprovechando que la sociedad cuenta con licencia de la Federación.
"Entendemos que es algo beneficioso para todos", explica Rufino Ordóñez, uno de los exabonados que ha abanderado el movimiento de unión entre los jugadores desde que se conocieron los planes de cierre de las instalaciones de La Fresneda, y que, junto a otros tres compañeros, encauzará las negociaciones con Álex García y La Ventura "para unificar estatutos y presentarnos como asociación".
Las tres partes también tendrán que acordar un nombre para la nueva entidad. El que más gusta entre los exabonados es el de "Fresneda Golf Club". También tendrán que negociar dónde situarán la sede social, si en Llanera o en Siero. Lo que tienen bastante claro es que el punto de encuentro será La Morgal, a donde fueron a parar buena parte de los jugadores de la urbanización.
Voluntad de unión
Lo que se mantendrá invariable, pese al viraje en el modelo asociativo acordado ayer, será el espíritu con el que crece la unión. "Queremos seguir reuniéndonos, juntándonos para jugar, haciendo viajes... Eso no cambia", asegura el exabonado.
Los de La Fresneda ya comienzan a desenvolverse como pez en el agua en La Morgal. Aunque aseguran añorar el campo de la urbanización, "malo, aunque pintoresco y que aguantaba el agua como ninguno", reconocen que en las dependencias llanerenses les han acogido "con los brazos abiertos". Ellos también han puesto de su parte. Y es que el espíritu familiar de los sierenses ya se respira en La Morgal, donde prosperan las iniciativas de los nuevos jugadores, como la liga femenina, impulsada por Marián Sariego, que ya cuenta con 19 jugadoras. "Este año es de prueba, el que viene esperamos que se animen más", afirma la ex de La Fresneda que, junto a sus compañeros, ya hace piña al otro lado del Noreña.
