La Guardia Civil ha denunciado a un ovetense tras darse a la fuga con su coche, que conducía sin carné, y atacar a un agente en Posada. El supuesto agresor reconoce que circulaba sin licencia y que en su huida, por las calles Carrión y La Constitución, colisionó contra otro vehículo, pero niega que haya agredido a un agente. Ahora será el Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo el que dictamine la veracidad de los hechos.

El suceso tuvo lugar entre las 15.00 y las 16.00 horas del 15 de enero. Según fuentes de la Benemérita, uno de los agentes reconoció al denunciado, J. R. V. S., de 46 años y vecino de Oviedo, del que sabía que se le había retirado la licencia, cuando circulaba por la carretera AS-17.

En ese instante, el guardia le ordenó parar. El conductor, además de hacer caso omiso, decidió huir del control policial.

Los agentes fueron tras el conductor fugado por las calles Carrión y avenida de La Constitución, donde el coche de J. R. V. S. se detuvo después de chocar contra otro vehículo.

Los agentes se acercaron al coche y pidieron al conductor que lo abandonase. Según fuentes del Instituto Armado, cuando J. R. V. S. abrió la puerta del coche la emprendió a puñetazos y patadas con uno de los guardias, ocasionándole heridas leves.

Los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, y a J. R. V. S. se le imputan tres delitos: atentado contra la autoridad, contra la seguridad vial y un tercero por conducir sin carné.

Mientras tanto, el relato de J. R. V. S. es diametralmente opuesto al de los agentes. Si bien reconoce que conducía "sin carné", niega haber agredido al guardia: "No hice nada y tengo una señora de testigo que lo vio todo y me da la razón", asegura.

"El agente en cuestión ya me había parado otra vez y me había advertido que me tenía ganas. Es cierto que cuando salía de Posada, en la rotonda, le vi y decidí girar otra vez y meterme por la calle Carrión. También es verdad que golpeé un coche, pero en ningún caso me rebelé contra los agentes", asegura J. R. V. S., quien denuncia "trato vejatorio" por parte de los guardias: "Me tiraron al suelo de malas maneras y me tuvieron una hora esposado en la marquesina".

Sobre el parte de lesiones del agente, el acusado asegura que se las hizo él mismo. "Cuando estaba esposado, el guardia estaba frotando sus nudillos contra una alcantarilla y mordiéndose el labio a sí mismo. Yo no le hice nada", dice.

Ahora, J. R. V. S. asegura estar buscando testigos que corroboren su versión de lo ocurrido: "Intentaré demostrar en el juicio que no hice nada, pero lo tengo complicado: me quieren joder".