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"Tenemos pocas esperanzas con el polígono", dicen los expropiados de Bobes

Los antiguos dueños del suelo, contentos tras cerrar el largo litigio por los pagos, alertan: "Está todo en mal estado, hay zonas llenas de ratas"

María Dolores Prado, Carmen Canga, Elvira Rodríguez y César Solís, junto a una zanja anegada en los terrenos del polígono. MANUEL NOVAL MORO

Los antiguos propietarios de los terrenos expropiados para construir el polígono de Bobes, cuyas obras se interrumpieron en 2012, dudan de que el desarrollo del área industrial se retome a medio plazo. "Tenemos pocas esperanzas con el polígono, nos dijeron muchas veces que lo iban a retomar pero nunca lo hicieron; nos lo llevan diciendo desde 2015", aseguró el alcalde de barrio de San Miguel de la Barreda, César Solís.

Ha habido buenas noticias recientes para los expropiados, una vez que el alcalde de Siero, Ángel García, señaló que el municipio devolvería el dinero cobrado a los propietarios por el impuesto sobre la plusvalía. Los propietarios habían reclamado en los tribunales la devolución del impuesto, y les dieron la razón, porque la obligación del cobro había prescrito.

Sin embargo, hay varias cuestiones que siguen provocando un profundo desencanto en los pueblos afectados, Bobes, San Miguel de la Barreda y Granda. La primera de ellas, que un buen número de propietarios, especialmente aquellos cuyas propiedades eran más pequeñas y habían recibido cantidades más modestas por la expropiación, decidió no reclamar la devolución, porque no les merecía la pena el gasto en proporción a la devolución.

La otra cuestión es el estado actual de los terrenos. "Eran unos terrenos llanos, preciosos, ideales para construir viviendas, destrozaron una zona que podía haber sido residencial", sostuvo una vecina de la zona, Elvira Rodríguez.

Otra vecina, María Dolores Prado, se sentía afectada por partida doble. Porque, por un lado, le habían arrebatado terrenos y, por otro, habían dejado el entorno de su casa, cercano a los terrenos del polígono, en muy malas condiciones. "Está todo hecho un desastre, estamos rodeados de porquería, y el entorno de nuestra casa está lleno de ratas; el caso es que le pedí al Ayuntamiento de Siero que me ayudara a acabar con ellas pero me dijeron que no era cosa suya", aseguró.

El problema, dicen, es que ahora están "en tierra de nadie". Con la paralización de la Sociedad Mixta para la Gestión y Promoción del Suelo de Asturias (Sogepsa), los vecinos se sienten impotentes a la hora de reclamar.

Además, un problema añadido es que las obras llevan tanto tiempo paralizadas que el deterioro de todo el área es cada vez más evidente. "Estamos viendo que si lo retoman van a tener que empezar de cero", concluyó Solís.

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