Grado volvió a batir récord de pernoctaciones de peregrinos en 2017, cuando se alojaron en los tres albergues del concejo 7.085 caminantes respecto a los 6.409 que lo hicieron en 2016. Son 676 personas más, un 10,5 por ciento más, aunque la diferencia podría ser mayor, ya que algunos peregrinos optan por otro tipo de alojamientos. Una buena noticia porque la ruta jacobea es un goteo incesante de caminantes que pueden ser un dinamizador para la economía local ligada al turismo. Además, cabe destacar que el albergue urbano, inaugurado en mayo de 2016, consiguió alojar a más peregrinos que los de San Juan de Villapañada y Cabruñana pese a estar abierto sólo entre marzo y octubre.
"Recibimos estos datos con mucho optimismo y esperando que 2018 continúe subiendo, esperamos que siga así hasta 2021, que es año jacobeo", explica Cristina Huerta, edil de Turismo. Como novedad, los encargados de realizar la recepción de los peregrinos serán los voluntarios del programa "Erasmus+".
Asimismo, las estadísticas realizadas por el área de Turismo reflejan que casi están igualados los peregrinos nacionales y los extranjeros. En el primer grupo la mayoría procede de Madrid, Andalucía y Cataluña, mientras que en el segundo el origen más frecuente es Italia, seguida por Francia, Alemania y Estados Unidos. "También casi se duplica el número de hombres sobre mujeres y los peregrinos que han venido desde más lejos son de Canadá, Australia, Sudáfrica, Japón y Corea del Sur", detalla la edil.
Además, en los próximos meses el concejo reforzará su oferta de alojamiento para los peregrinos con la apertura de un albergue privado en "La Quintana", una de las casonas indianas de la villa, impulsado por el constructor jubilado Luis Rodríguez. "Cuantas más iniciativas haya, hosteleras u hoteleras o de otro tipo, será mejor para Grado y da opción a desarrollar otras medidas relacionadas con el turismo", considera Huerta.
