La Coordinadora Ecologista de Asturias ha puesto sobre la mesa un aumento de la contaminación en el concejo de Carreño durante el pasado año. Esta afirmación está sustentada, según los "verdes", en el análisis de los datos procedentes de las estaciones de control privadas, "ya que el Principado no quiere poner un estación pública dado que la que colocó en la parroquia de Tamón durante un tiempo arrojaba los peores datos de toda España. No volvieron a colocarse pese a los malos resultados". El principal foco de atención de los ecologistas está en la acería de Arcelor y en la cementera de Aboño, entre otras grandes factorías.

Además, los ecologistas denuncian que el concejo carece de un medidor de benceno, pese a ser uno de los concejos de más polución de Asturias y "ser uno de los contaminantes más peligrosos".

El portavoz de este colectivo, Fructuoso Pontigo, va por partes para explicar el aumento de la contaminación en el concejo en el pasado ejercicio. Comienza su análisis con las emisiones de partículas menores de diez micras. "Subió la contaminación en las estaciones de Candás y Xivares. Destaca la estación de Albandi, donde un día se llegaron a registrar 116 microgramos por metro cúbico", señaló el portavoz de los ecologistas, que considera "significativo" que todas las estaciones del concejo superen el valor máximo de promedio anual fijado por la Organización mundial de la Salud, la OMS. Ese organismo fijó en 2005 que el valor límite anual estaría en 20 microgramos por metro cúbico.

En las emisiones de partículas menores de 2,5 micras, la contaminación también se incrementó en 2017. "La única estación que mide este contaminante es la de Xivares, donde se registró una media anual de 13,8 microgramos por metro cúbico", indicó el portavoz de la Coordinadora Ecologista, que añadió: "España considera un valor límite promedio anual de 20 microgramos por metro cúbico y la OMS lo establece en 10 microgramos y un límite de 25 para las 24 horas".

Sobre las emisiones de dióxido de azufre registradas en las estaciones de control, los ecologistas han comprobado que en el medidor de La Pedrera se superaron los 20 microgramos por metro cúbico que fija la OMS durante 37 días a lo largo de 2017. Y en cuanto a la contaminación por óxidos de nitrógeno, otro tanto de lo mismo. "El límite de 40 microgramos que fija la OMS para proteger a la población de los efectos nocivos en la salud fue superado durante once días en Tamón", concluyó Pontigo.