Guillermina Siciliano y su hija no pueden quitarse el abrigo ni en casa. No es para menos, pues están sin servicio eléctrico, por lo que, además de no tener luz, tampoco disfrutan de calefacción ni de agua caliente. Tampoco pueden cocinar. Para dormir han de echar tres mantas sobre el edredón nórdico con el que afrontan el temporal de frío que las ha dejado tiritando incluso dentro de su vivienda.
La suya no es una vida fácil. Guillermina fue desahuciada de su anterior piso en la Pola, donde residía de alquiler con su hija, al quedarse sin ingresos. Lograron que el Ayuntamiento de Siero les cediera una vivienda social municipal en Carbayín Alto. Las mujeres aceptaron, a pesar de que les advirtieron de que no tenía suministro eléctrico, y el jueves día 1 les dieron las llaves. Pensaban que el problema se solucionaría en unos días, pero ya llevan más de una semana.
Por eso, los concejales de Somos, Ana Ballester y Javier Pintado, denuncian la situación de esta familia. También critican que en el Ayuntamiento "les dieron las llaves de la vivienda a esta familia, pero también a alguien más que puede entrar y salir". Se refieren a que la mujer se encontró con que un electricista, sin aviso, había entrado para trabajar en el cuadro eléctrico.
Además, los ediles de Somos afean que la concejala de Servicios Sociales, Natividad Álvarez, no les atendiera como debiera, según apuntan. Por todo ello, urgen a solucionar el problema de esta familia.
El concejal de Infraestructuras, Javier Rodríguez (PSOE), apuntó que han estado trabajando en el cuadro eléctrico porque los anteriores inquilinos lo estropearon y el Ayuntamiento tendrá que pagar también la factura eléctrica que dejaron sin abonar. Así que, de aquí al lunes, tendrán el certificado de Industria listo para pedir el alta del suministro. Fuentes municipales insisten en que la mujer era consciente de las condiciones y le dieron otras alternativas.
