La faba con IGP (identificación geográfica protegida) de Argüelles tendrá este año una buena cosecha. Así lo afirman los productores, que esperan superar con creces los 10.000 kilogramos del producto una vez que acaben de desgranarlo todo.
La faba es un cultivo muy delicado y necesita ciertas condiciones de lluvia y temperatura que, si no se dan, pueden arruinar muy fácil el grano. Dichas condiciones, como explicaba uno de los productores, Ulpiano Huergo, fueron este año muy propicias. "En la siembra hubo buen tiempo, después cayó una lluvia muy importante a últimos de julio y primeros de agosto, que es fundamental, y vino un otoño muy bueno para la recogida, con unos días magníficos con casi nada de lluvia", explica. Y cuando llegó el temporal, ya estaba recogida la faba y no hubo problemas.
Después de dos años de cosecha deficiente, este año sale una cosecha buena tanto en cantidad como en calidad. Respecto a este último aspecto, Huergo señala que "se ve un grano con bastante buen calibre y con buen rendimiento, aunque quedan bastantes partidas por desgranar y seleccionar, en general tiene muy buen aspecto".
En cuanto a la cantidad, Huergo explica que la estimación será siempre aproximada, porque queda todavía trabajo de selección, pero en cualquier caso, el año pasado estuvo por debajo de las diez toneladas, mientras que este año se van a superar muy sobradamente.
Los productores comercializarán cerca de una tonelada de faba el próximo domingo, en la vigésima novena edición de la feria de les fabes, que estará en las antiguas escuelas desde las diez de la mañana hasta las dos y media de la tarde. Pondrán a la venta su producto seis cosecheros.
Además del mercado, habrá una misa mayor en la iglesia parroquial en honor a su patrón, San Martín, cantada por el coro de Argüelles, que a continuación dará un breve recital.
Posteriormente, habrá baile regional a cargo del grupo El Piñote y sesión vermú. Y a la una y cuarto de la tarde se celebrará la tradicional subasta de ofrendas de los parroquianos y la gente que colabora con la fiesta. La fiesta concluye con una jornada gastronómica en los restaurantes de la parroquia: Casa Cornelio, La Fusta y El Asador de Abel.
