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MARÍA TERESA RODRÍGUEZ | Presidenta de la asociación Ruta Vaqueros de Alzada de Torrestío

"En la guerra ardieron en Torrestío casas de vaqueros que se quedaron en Llanera"

"El trashumante de hoy en día ya no hace el recorrido a pie, es una persona que con la llegada del frío carga su ganado en un camión y se va"

María Teresa Rodríguez. LUISMA MURIAS

El concejo de Llanera, como todo el área central, tiene una especial vinculación con los vaqueros de alzada de Torrestío. Y es que fueron mayoría los trashumantes que eligieron estas tierras para pasar las temporadas de invierno con su ganado. Para dar a conocer los vestigios de esta milenaria práctica en el municipio, la asociación Ruta Vaqueros de Alzada de Torrestío realizará una exposición en la Casa de Cultura de Posada. Además, la presidenta del colectivo, María Teresa Rodríguez, ofrecerá una charla el lunes (19 horas), coincidiendo con la jornada inaugural, en la que destacará "la vinculación, muy estrecha, entre Llanera y los vaqueros".

- ¿Es más fuerte la vinculación de los vaqueros de Torrestío con Llanera que con otro concejo?

-No sé si más fuerte. Lo sí es cierto es que cuando preparamos la exposición sobre familias y casas de vaqueros de Torrestío en la Asturias central, de donde más había era de Llanera. Llegamos a documentar 67 casos, de los cuales 38 tenían vinculación con Llanera.

- ¿Por qué Llanera y no otro sitio?

-Ellos venían y se solían establecer con sus animales en zonas donde había montes comunales. ¿Quién es el primero que los llama? Es una tema que no está claro, pero puede ser que fuesen los nobles o el clero.

- Si es así, ¿por qué luego eran repudiados?

-Porque era gente que venía con mucho ganado y se metía en un terreno comunal. Eso hacía que, al final, el terreno y el pan tuviesen que repartirse entre más personas en un mismo pueblo, y eso generaba odios. Lo mismo pasaba con la Iglesia, que en muchos casos decía que no eran contribuyentes. Mire, en ese sentido también tenemos un caso muy curioso: el de un vaquero de Tuernes que traía un certificado del cura de Torrestío diciendo que ya habían pagado los diezmos. Al final, el odio hacia los vaqueros tenía un origen económico.

- Algunos se quedaron. ¿Por qué este concejo?

-Porque tanto Llanera como Las Regueras o Siero son sitios cercanos a Oviedo, Gijón y Avilés. Muchos eran renteros y durante los años 40 y 60 del pasado siglo familias importantes les fueron vendiendo terrenos que ellos compraron. Progresivamente, los vaqueros fueron vendiendo sus pertenencias en Torrestío. Otro factor singular es que durante la Guerra Civil se quemó una parte de Torrestío, "El Campillo", donde residía mucha gente que pasaba el invierno en Llanera. Restaurar un inmueble en esas fechas, en plena posguerra, no era fácil, así que eso pudo invitar a muchos a irse. De hecho, de aquellas viviendas sólo se conservan cinco o seis hoy en día.

- ¿De dónde se sentían los vaqueros?

-Tenían un apego terrible a Torrestío, porque era un lugar de verano, de esparcimiento, donde hacían algo de dinero... Sin embargo, se sienten asturianos. Prueba de ello es que en Torrestío debe haber tres familias que inviernen allí, y que veraneen, quince. Todas las familias que se hicieron estantes se quedaron en Asturias.

- ¿Cómo es el vaquero que sobrevive?

-Por supuesto que no hay que pensar en un vaquero trashumante que haga el recorrido a pie. El vaquero de hoy día, que, aunque pocos, algunos quedan, es una persona que pasa el verano en Torrestío y con la llegada del frío baja su ganado y sus cosas en camiones y furgonetas para pasar el invierno.

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