La asociación de consultores forestales y medioambientales de Asturias, Caborniu, se reunió ayer en el centro de la madera de Carbayín, Cetemas, para hablar de su actividad un año después de su constitución. La presidenta del colectivo, Patricia Fernández, manifestó que el campo asturiano tiene muchas posibilidades de desarrollo, pero "no podemos volver a como se hacían las cosas antes; hay que adaptarse a los nuevos tiempos e ir hacia delante".

El colectivo aglutina actualmente nueve empresas del ramo, procedentes de toda Asturias. Y sus principales clientes suelen ser las administraciones para la gestión de montes, bosques y otros espacios comunales. Su vicepresidente, Adolfo Blanco, está convencido de que "en Asturias no explotamos el potencial forestal que hay; es un territorio con humedad y precipitaciones, que tiene bastante insolación y luz, muy por encima de otros territorios como los países nórdicos".

El campo asturiano tiene muchas oportunidades, a pesar de que, también es cierto, existen dificultades con la burocracia. "No obstante, lo de la burocracia es un problema general, no solo del campo", sostiene la presidenta.

El trabajo de su asociación propicia la producción de bienes y servicios y el mantenimiento de la biodiversidad. "El objetivo no es solo producir madera y pasto; el agua, por ejemplo, tiene mejor cualidad cuando los montes están cuidados, y también están cuestiones como el cambio climático en las que los bosques tienen un papel que jugar", dice Adolfo Blanco, que cree que, en todo caso, "en Asturias hace falta más iniciativa para innovar".

Y entre las oportunidades están, además de la madera, otras producciones como las de las setas, el castaño o la biomasa.

Sin embargo, no se está atendiendo debidamente a este potencial, a pesar de que en algunos campos existen ayudas públicas de las que se podría beneficiar la gente del campo.

Como explicó Blanco, Asturias tiene cerca de 700.000 hectáreas de suelo forestal, del que casi la mitad son matorrales, que entre otras cosas propician incendios, y sin embargo la gente está preocupada por los eucaliptos, cuya población está totalmente controlada y no va a ir a más.

Ahora, se trata de mirar hacia adelante, de buscar alternativas a las explotaciones tradicionales y de darle un mayor valor al campo asturiano.