Las obras del que pretendía ser el macropolígono de Bobes llevan paradas desde diciembre de 2012. Desde entonces, han pasado más de cinco años y no se han reanudado los trabajos. El motivo esencial de esta suspensión de las obras fue la falta de liquidez. Se creó una Unión Temporal de Empresas (UTE Bobes), que subcontrató los trabajos con pequeños contratistas y estos, a su vez, con terceras empresas más pequeñas, que llegaron hasta los tribunales. El presupuesto de ejecución de este gran polígono industrial era de 104 millones de euros.