La seguridad vial está siendo una pieza fundamental dentro de las II Jornadas de emergencias para escolares que se celebran estos días en el colegio de San Cucao. Y para hablar sobre ello cuentan con el experto Raimundo García, presidente de la Asociación Española de Accidentolgía Vial y policía local de Noreña, quien destaca "el interés" con el que las nuevas generaciones abordan esta materia.

- ¿Cuán importante es abordar la seguridad vial en las etapas tempranas de la formación?

-Es clave que los niños interioricen las medidas de autoprotección. Que vean que ponerse un casco para ir en bici, un chaleco reflectante o el cinturón de seguridad cuando entran a un coche es algo rutinario, y no un esfuerzo.

- ¿Cuánto terreno se ha ganado en este sentido en las últimas décadas?

-Muchísimo. En 30 años España avanzó más que otros países en 60. Se consiguió revertir una situación en menos de una generación.

- ¿Quién debe apuntarse ese tanto? ¿La Dirección General de Tráfico, el sistema educativo...?

-Todos. El lema de la carta europea de seguridad vial ya hablaba a comienzos del siglo XXI de que éste es un tema tan importante que no sólo se debe dejar en manos de las autoridades y hablaba de responsabilidad compartida. En este sentido todos podemos poner nuestro grano de arena, no hay vencedores ni vencidos. Hubo un movimiento social terrible que ahora nos deja, también, un futuro prometedor.

- Si bien hay estadísticas que dicen que los jóvenes de hoy en día utilizan menos el coche cuando están bajo los efectos del alcohol que generaciones pasadas, también existen informes que señalan que los nuevos conductores utilizan más los dispositivos electrónicos. ¿Es la asignatura pendiente?

-Considero que es la asignatura pendiente también de los ingenieros. Creo que deben enfrentarse al reto de integrar los sistemas de comunicación al volante, sobre todo en el ámbito profesional. Pretender que el conductor sea una persona que está en un cubículo incomunicado no tiene sentido. Hay momentos en los que se podrá mantener una conversación sin problemas y otros en los que no, por supuesto.

- ¿Serán los vehículos de conducción autónoma los que acaben con la siniestralidad en las carreteras?

-Creo que va a ayudar, pero no eliminando el factor humano, sino asistiéndole. Considero que el ejemplo a seguir es el de la aviación. Los aviones tiene un piloto automático, pero si falla los pilotos pueden tomar los mandos y saben perfectamente cómo aterrizar la nave. Pues en el caso de los coches creo que se deberíamos seguir una línea similar.

- ¿Cree algún día será posible llegar a la famosa cifra "cero" de muertes en la carretera?

-Sin duda es el objetivo. ¿Que es difícil? Ya lo sabemos, pero hay que perseguirlo sin desfallecer. Yo soy de los que no pierden la ilusión. Me guío por la máxima de que "el éxito es ir de fracaso en fracaso sin que por ello decaiga el ánimo". No sé si lo conseguiremos, pero hay que intentarlo.

- ¿Cuál cree que es el reto de la década?

-Es pensar y asumir que el sistema de transporte y la calle no es nuestra, sino de todos. Formamos parte de un sistema, y su funcionamiento depende de algo tan sencillo como nuestra responsabilidad. Hay que circular desde el respeto y acabar con esas situaciones de darse gritos o imponer la preferencia.