Los empresarios de Tazones colocaron ayer en sus establecimientos unas huchas para recaudar fondos con los que apoyar económicamente a los propietarios de la sidrería "El Faro de Tazones", clausurada desde el 16 de febrero al detectarse grietas que ponían en riesgo la estructura del inmueble. Los vecinos de Tazones muestran así su lado más solidario con los dueños, que también daban uso de vivienda a la construcción y tuvieron que ser realojados en una vivienda de emergencia social facilitada por el consistorio maliayés. Los afectados por el cierre son una viuda de origen portugués y sus dos hijos de 15 y 22 años de edad.

Las huchas fueron colocadas en doce bares de Tazones y a partir de hoy se ubicarán también en los comercios de la zona que deseen sumarse a la causa. Los primeros informes técnicos apuntan a que un corrimiento de tierras continuado en los últimos años provocó daños en la sidrería, declarada en ruina y sin posibilidad de rehabilitación.