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Los vecinos piden "voluntad" para salvar Celles por la misma vía que El Águila Negra

"Es cuestión de aplicar la ley de patrimonio", dice el colectivo que lucha por frenar la ruina del palacio tras la condena por el edificio de Colloto

El edificio histórico de El Águila Negra, en Colloto. MANUEL NOVAL MORO

La reciente condena -pionera por emplear la vía penal- a los propietarios de El Águila Negra a un año de cárcel por permitir el deterioro del edificio histórico de Colloto ha desatado la inevitable comparación de vecinos y políticos con el caso del palacio de la Torre de Celles, también en Siero, que se encuentra en un avanzado estado de deterioro y al que nadie parece poner freno. La inevitable pregunta es por qué en un caso se han tomado medidas drásticas -que al margen de condenas penales cumplirán con el objetivo final, que es la conservación del inmueble- mientras que en el caso de Celles sólo ha habido requerimientos aquejados de cierta tibieza y sanciones sin apenas fuerza coercitiva. Lo único que se ha hecho ha sido poner una sanción de 600 cada seis meses.

La presidenta de la asociación de vecinos "San Juan Bautista", de Celles, Carmen Blanco aseguró que la diferencia entre ambos casos es, "únicamente cuestión de voluntad, de querer aplicar la ley de patrimonio". La portavoz vecinal lleva diez años luchando por la conservación del palacio y, a pesar de ello, está comprobando que cada vez hay menos tiempo.

Últimamente ha visto cómo las humedades y los daños empiezan a afectar a la fachada principal -que constituye el mayor valor del que, dicen, es uno de los mejores edificios de arquitectura palaciega rural del barroco en Asturias- y está convencida de que le "queda poco tiempo".

El caso es que para salvaguardar el edificio histórico de El Águila Negra el Ayuntamiento de Siero tomó las medidas necesarias, instó a los propietarios a que conservaran el edificio y, cuando fue necesario, acudió a los tribunales. En el caso de Celles, ha ocurrido todo lo contrario, en opinión de Carmen Blanco. El palacio fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2003, con lo que el Principado es el principal responsable de garantizar la conservación del inmueble. La ley de patrimonio, según la portavoz vecinal, "está muy clara, da igual que sea un bien público que privado, una vez que se ha declarado Bien de Interés Cultural es Patrimonio quien tiene que tomar cartas en el asunto para evitar que se deteriore, y lo único que está haciendo Patrimonio desde que se declaró BIC es justo lo contrario de lo que dice la ley: en vez de mantenerlo, dejar que se destruya".

"Si yo, o cualquier persona, tiene una casa en cualquier lugar, ya sea en la Pola, Oviedo o Gijón, el Ayuntamiento te exige tener la techumbre y la fachada en buenas condiciones para evitar que los viandantes puedan sufrir algún percance; eso nos lo exigen a todos, pero resulta que a los propietarios del palacio no se lo exigen, yo me pregunto por qué", dijo.

La portavoz vecinal cree que "si el palacio de Celles llega a caer, sería una vergüenza para toda Asturias".

Carmen Blanco carga las tintas contra el Principado, y señala que el actual equipo de gobierno de Siero es el único que realmente está haciendo algo.

"Hasta que Noelia Macías (la concejala de Urbanismo) tomó cartas en el asunto el Ayuntamiento de Siero no había hecho nada; si emitían informes que les pedía Patrimonio pero por ellos mismos no hacían nada".

En cualquier caso, insiste en que el nivel de protección del palacio hace que el único responsable de hacer que se conserve es el Principado. "Son ellos los que deben actuar", concluye.

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