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Sólo 15 de las 257 viviendas compradas el año pasado fueron de nueva construcción

El sector inmobiliario continúa su lenta recuperación, aunque limitada a la segunda mano y centrada en el mayor núcleo de población, Villaviciosa

El mercado inmobiliario continúa su lenta recuperación en la Comarca de la Sidra, pero lo hace todavía de una forma muy irregular y sin apenas peso de la construcción. Así lo reflejan los datos de transacciones inmobiliarias del Ministerio de Fomento, en los que la comarca cerró el ejercicio de 2017 con una ligera subida en la comercialización respecto a 2016. Concretamente, el año pasado se registraron en los seis municipios mancomunados 257 operaciones de compraventa de vivienda, mientras que el año anterior se habían cuantificado 243 compraventas.

Y como ha venido ocurriendo en los últimos años, las cifras de vivienda nueva son casi testimoniales respecto a las de vivienda de segunda mano. Esto refleja en cierta medida una recuperación de la parte financiera de la crisis pero no de la construcción, que todavía no ha cobrado un vigor que se pueda considerar significativo. Baste decir que, de las 257 viviendas que se comercializaron el año pasado, tan solo 15 eran nuevas y el resto, 242, de segunda mano.

Además, el reparto por municipios refleja que tan solo Villaviciosa ha recuperado, siquiera muy tímidamente, la construcción. De las quince viviendas nuevas que se comercializaron el año pasado, catorce fueron en territorio maliayés y una en Colunga. El resto de municipios se quedaron en cero en vivienda nueva.

También es destacable que la leve subida en la compraventa no atañe a todos los concejos, sino que hay dos, Bimenes y Cabranes, que han bajado en la comercialización, los yerbatos de 14 a 9 transacciones, y los cabraneses, de 12 a 6 operaciones.

El resto experimentaron subidas. En términos tanto absolutos como relativos, el concejo en el que más creció la comercialización fue Cabranes, con 17 operaciones más en 2017 que el año anterior, y un total de 61 firmas de compraventa.

Y el aumento de las transacciones en el resto de municipios fue muy leve. Nava pasó de 23 a 26 operaciones; Sariego subió de 5 a 7 transacciones, y Villaviciosa pasó de 145 a 148 operaciones. En este último caso, no obstante, cabe destacar la mencionada presencia de las transacciones de vivienda nueva, que pasaron de 8 en 2016 a 14 en 2017 y compensaron la leve caída de la venta de segunda mano, de 137 a 134 operaciones.

Más allá de la relativa modestia de las cifras, que sitúan la compraventa de vivienda muy lejos de los datos de principios de década (el año 2010 registró 344 operaciones, de las que 155 eran de segunda mano), lo cierto es que hubo un punto de inflexión en el año 2013. Este fue el ejercicio con peores cifras de la década, y a partir de entonces ha habido cuatro años al alza.

En 2014 el mercado comenzó a oxigenarse muy levemente y, desde entonces, todos los años ha habido subidas en las transacciones inmobiliarias. Y han sido los dos últimos ejercicios en los que más se ha notado la recuperación.

El sector tiene muy claro que es imposible pensar a corto o medio plazo en unas cifras como las que había antes del estallido de la crisis, pero aun así parece que poco a poco se van haciendo operaciones y las empresas van saliendo, aunque lentamente, del marasmo en el que estaban.

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