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Huevos blancos de pita, oca y pata son los más pedidos para decorar

Los de emú llaman la atención del público por su gran tamaño y por su color verde

Aurelio Jonte, ayer, en su puesto de la Pola, mostrando un huevo de emú. MARIOLA MENÉNDEZ

Dentro de la gran variedad de productos de la huerta y excedentes agrícolas que cada martes se ofertan en el mercado de la Pola, estos días destacan huevos de diferentes tamaños y colores, que son demandados por los artesanos para decorarlos con vistas a las fiesta de los Güevos Pintos.

Si una variedad llama especialmente la atención es la de emú, por su gran tamaño y por su color, un verde azulado muy intenso. Ayer los vendía el piloñés Aurelio Jonte, criador de aves. "Se pueden usar para comer y para pintar", explicó. Agrega que un huevo de emú equivale, aproximadamente, a una docena de gallina. Su sabor es algo más fuerte. "Para comer, mejor en diciembre y en enero, que es cuando ponen y los huevos esán frescos. Ahora están más atrasados, por eso los llevan más para pintar", indicó. Así que, teniendo en cuenta su aprovechamiento artístico, Aurelio Jonte los comercializa no sólo llenos, a diez euros, sino también vacíos, a cinco.

Este criador indica que los más demandados para decorar son los de oca y pata. Los de esta última también son muy apreciados en la cocina, pues "para tortilla, son más jugosos que los de pita", destaca. Los artesanos también demandan los de gallina blancos, que son los que ponen las de las razas castellana o catalana.

Además, en el puesto de Aurelio Jonte llaman la atención los huevos de gallina marans, por su color marrón oscuro. Los que ponen las araucanas sorprenden por su color averdosado; se les atribuye menos colesterol, pero no está muy claro que eso sea cierto.

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