De las tres peñas ovetenses que se caen este año de la liga asturiana de bolos destaca especialmente una. Se trata de Casa Santos de Colloto. El equipo de Moreo era hasta ahora uno de los equipos con más solera del panorama bolístico regional. Federada en el año 1969 la bolera del bar que lleva el mismo nombre acogió partidas incluso desde antes de la Guerra Civil.
Las condiciones de su arcaico castro, con una separación entre los bolos que al menos a los jugadores les parecían mayores de lo habitual, convertía a los locales, más habituados a esta característica, en un rival duro de roer.
Por sus filas pasaron grandes jugadores. Papel destacado en su historia jugaron la saga de los Peláez. Peláez padre y sus dos hijos Pedro y Toni González sentaron cátedra durante años en su castro. En el caso de este último llegó a ser subcampeón de España en 1990 tras perder la final frente al mítico Olegario.
Otros nombres importantes en la época más reciente fueron roscadores como Pipo Pérez o Berto Salgado y, recientemente, el equipo se sustentaba en veteranos jugadores como Luisma, Blas o Julio Lobeto.
Las otras dos peñas del concejo ausentes en la competición liguera de este año cuentan igualmente con una nutrida historia. Tanto la Peña Tudelano, siempre vinculada al equipo de fútbol de Tudela Agüera del mismo nombre, como la Peña Priañes, eran unas habituales del torneo de la regularidad desde los años ochenta. Priañes, que durante una época disputó sus partidas en una bolera de Trubia, nació a mediados de dicha década, mientras que la Peña Tudelano surgió en el temporada de 1988.
En el caso de los de Tudela de Agüeria habían surgido como continuidad a la Peña Nalón de Olloniego, otro equipo emblemático del concejo que había desaparecido previamente.
