"Vivimos momentos en los que si las personas mayores desistimos en nuestro empeño de mantener vivas las tradiciones corremos el riesgo de que se pierdan. Somos el eslabón que tiene que agarrarse a otras generaciones para pasar el testigo y así conseguir que sobrevivan". La periodista y escritora de Candás María Teresa Álvarez leyó ayer el pregón de la Semana Santa de Grado invitada por la parroquia de San Pedro y la cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Un anuncio de la Pasión en el que reflexionó sobre el papel de los jóvenes en la Iglesia, la labor de las cofradías y sobre el significado que guarda para los creyentes la que es, en su opinión, la liturgia más importante del año. El acto finalizó con una sesión musical del grupo "Harmonía" de Gijón.

"La Semana Santa es tiempo de renovación, de reflexión, de examen de conciencia, de ir muriendo a aquello que debemos rechazar de nuestra conducta, desprendiéndonos de muchas cosas que no sirven de nada, para así, sin lastre, poder remontar la situación en que nos encontramos", dijo la periodista, quien intercaló a lo largo del discurso versos del poema "Al Cristo del Calvario" de Gabriela Mistral.

Un momento de reflexión para los cristianos en el que Álvarez conmina a pensar sobre los propios actos y si respondemos a los demás con el ejemplo de Jesucristo. "¿Hemos sido alguna vez cirineos con aquellos que han necesitado ayuda? ¿Ante una injusticia, una falsa acusación, hemos guardado silencio por miedo o comodidad, como hicieron los apóstoles? ¿Nos hemos apiadado de los que sufren?", cuestionó.

También ahondó en el significado de la muerte de Jesús en la cruz y aseguró que "no muere para liberarnos del dolor, pero sí del sinsentido del dolor. Jesús no muere para liberarnos de la muerte, pero sí del sinsentido de la muerte".

Álvarez también celebró el trabajo de la cofradía del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Grado que ha sido fundada en 2010: "En Viernes Santo tenéis la procesión de las Siete Palabras acompañando al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, constituye uno de los momentos más hermosos de la Semana Santa moscona". Y estimó que las cofradías son un buen inicio para incorporar a los jóvenes a la fe como discípulos de Cristo.