"Tuvimos que empezar, no de cero, sino de menos diez". Así expresó el vicepresidente de la Denominación de Origen Vino de Cangas, José María Parrondo, cómo el caldo asturiano tuvo que hacer frente a su fama de mala calidad hasta situarse en un punto en el que ha sido reconocido dentro y fuera de la región. "Ahora, quien lo prueba, repite", señaló.

Parrondo participó ayer en la inauguración de la Semana del Folclore Astur del grupo folclórico y de investigación "El Ventolín" en el auditorio de la Pola, un acto presidido por la concejala de Cultura, Aurora Cienfuegos, presentado por Isaac Vallina y que contó con la presencia del presidente de la Cofradía del Vino de Cangas, Joaquín Fernández, quien habló del vino para defender su calidad y también contó la historia de los cachos, los recipientes de madera en los que es costumbre beberlo.

Tras el acto, el presidente de "El Ventolín", Joaquín Ruiz, entregó la insignia de plata del grupo folclórico al director de la Fundación Municipal de Cultura, Ramón Quirós, del que destacó su "profesionalidad" y el hecho de que estuviera "siempe en su sitio". Por su parte, Quirós se mostró agradecido y alabó a un grupo al que ha visto "nacer, crecer y mantener viva la llama de la constancia, la perseverancia, el tesón", y animó a sus componentes a cultivar la renovación y regeneración. Tuvo palabras de recuerdo y agradecimiento a dos socios fundadores del grupo, Carlos Sánchez Martino y Josefina Feijóo, cuyo trabajo puso como ejemplo.

Tras el acto, se inauguraron tres exposiciones en la Casa de Cultura, una etnográfica, otra sobre el vino de Cangas y otra con cuadros cedidos por artistas.