"Se hace justicia con este nombramiento, que ya era reconocido por la ciudadanía, pero las instituciones no lo habían hecho oficial". Son palabras que el Alcalde de Siero, Ángel García, le dedicó ayer a José Antonio Coppen en su presentación como cronista oficial de Lugones. El regidor tenía previsto recibirle en el despacho y que fuera un acto sin más boato. Pero sus amigos de Gastronomía de la Amistad, presidida por Gustavo González-Izquierdo, quisieron arroparle en este día y así lo hicieron llenando el salón del pleno. Se echó en falta al resto de cronistas asturianos, pues sólo estaban los que son miembros de este colectivo: José Antonio Fidalgo, de Colunga, y Celso Peyroux, de Teverga.

Y es que el Ayuntamiento no cursó ninguna invitación oficial a este acto, así que no acudió ni el cronista oficial de Siero, Juanjo Domínguez. "A los actos que no me invitan, no suelo ir", dijo.

Con todo, José Antonio Fidalgo, vicepresidente del colectivo regional, invitó a Coppen a unirse. Éste aceptó gustoso. El de Colunga abundó sobre la figura del cronista, "un estudioso del pasado y un testigo del presente". Coppen bromeó con dar "una primicia informativa" porque, recordó, hace 200 años que Lugones dejó de pertenecer a Oviedo y pasó a formar parte de Siero. "Así que tardó 200 años en tener cronista", comentó entre risas. Lo ha logrado a pesar de que "de la Pola política no esperaba nada", pues otras propuestas, como nombrarle hijo predilecto de Lugones o dar su nombre a la Casa de Cultura, no prosperaron. A esta última donará sus artículos, muchos en LA NUEVA ESPAÑA, donde colabora.

El Alcalde de Siero, Ángel García, pidió hacer un "esfuerzo por reconocer los logros y esfuerzos de los vecinos", como los de Coppen, recién nombrado cronista oficial de Lugones. Apuntó que "Siero es un municipio complejo, pero privilegiado", y reconoció la "histórica competición desmedida, de manera errónea", entre la Pola y Lugones, pues "cada uno ha de jugar su papel".