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La Pola | Maravillas del mercado

El mal tiempo frena a los vendedores: "No saqué ni las sandalias"

Los puestos de ropa de temporada, en blanco en pleno abril por el agua y el frío

Geli y Josefina Suero, ayer, comprando calcetines en un puesto. M. M.

El mal tiempo, más propio del invierno que de la primavera en la que ya estamos teóricamente inmersos, está provocando que esta sea una campaña fatal para los vendedores del mercadillo de los martes de Pola de Siero. Se quejan de pocas ventas porque el frío y la lluvia no sólo no animan a comprar para realizar el cambio de temporada en el armario, sino que ni siquiera apetece salir de compras. "Está para calcetines y bufanda", reconoce Josefina Suero, mientras compra, precisamente unos calcetines con Geli Suero. "El paraguas no podemos dejarlo", subraya esta última.

"¡Claro que se nota el mal tiempo!", admite otra vendedora del mercadillo, Mercedes Gabarri. "No se animan a comprar porque están vistiendo todavía de invierno. Además, hay muy poca gente", explica. En otras campañas, por estas fechas "tenía más vendido". "Creo que hace años que no hacía así de malo. La gente se queja de que no hay dinero, pero el tiempo también influye, porque aunque no puedas gastar mucho te permites un detallín", argumenta Gabarri, que vende ropa y complementos.

Mercedes Areces echa un vistazo a unas blusas en su puesto. También cree que el frío "se nota" a la hora de comprar. "Ando de pasada y no me apetece comprar nada, si la ropa de invierno no se puede quitar todavía...", argumenta.

"No he sacado ni las sandalias. Todo el mundo sigue con bota", indica Elena Giménez, que vende calzado. Otros años, una semana antes de Semana Santa ya las tiene en su puesto y va vendiendo. "Está siendo muy mala campaña", reconoce, y añade que la de otoño e invierno también se retrasó por el buen tiempo de septiembre y octubre y en seguida llegaron las rebajas. "Nos parte las temporadas", destaca. Sasha Bidardel sigue vendiendo las tallas sueltas de la ropa de invierno y de la de primavera se ve poca aún en su puesto. Además, el viento y la lluvia muchos martes les impide hasta colocar el tenderete.

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