La industria agroalimentaria demanda cada vez más el desarrollo de productos saludables y funcionales, y para favorecer el proceso se presentaron ayer en la sede de la Asociación de Industrias Cárnicas del Principado (Asincar) dos programas de financiación para innovación: "Instrumento Pyme" y "Fast Track to Innovation" ("Camino rápido a la innovación", en español). Roberto Morán, gestor de proyectos europeos de Asincar, puso el ejemplo de una empresa holandesa que ha diseñado un ingrediente a nivel industrial que favorece al sistema inmunitario. Una vez demostrados estos beneficios para la salud trabajan para conseguir los certificados europeos que permitan su uso y comercialización.

El sector agroalimentario también quiere innovar en proyectos de economía circular para "sacar provecho a lo que antes se consideraban residuos", apuntó Morán. Es el caso de aquellos arándanos que no cumplen con el estándar para ponerlos en el mercado y se utilizan para la elaboración de snacks y zumos. También la piel de kiwi puede tener otros usos como la fabricación de un concentrado de fibra, que añadido a platos elaborados permite que estos puedan llevar en la etiqueta "enriquecido en fibra".

La tercera pata de la modernización de la industria agroalimentaria pasa por su digitalización, con la intención de lograr una mayor calidad y seguridad en los productos.

Roberto Morán explicó que estos dos programas de financiación para innovación que se explicaron ayer en el Centro Tecnológico Agroalimentario Asincar ofrecen una subvención de hasta el 70% del presupuesto. "Principalmente son proyectos que están cercanos al mercado, que son proyectos de investigación aplicada", indicó Morán. A veces se necesita la unión de una empresa más tecnológica, que aporta la innovación, con la agroalimentaria, que facilita los conocimientos de elaboración y comercialización.