Un motorista de 26 años, Mario R.F, falleció ayer en un grave accidente ocurrido en la carretera AS-255 que une Villaviciosa con Piloña. Todo apunta a que el joven, vecino de Oviedo, perdió el control de su vehículo tras dar una curva, saliéndose de la vía e impactando fuertemente contra el guardarraíl, a la altura del kilómetro 4,065. Se trata del tramo que discurre entre Vegapallía (Cabranes) y Amandi (Villaviciosa). No hay más vehículos implicados en el siniestro.

La Guardia Civil investiga las causas que provocaron el accidente. El exceso de velocidad es una de las hipótesis que cobran más fuerza, ya que la moto apareció a varios metros de donde se encontraba el cuerpo de la víctima, que conducía hacia Infiesto y que pudo haber fallecido en el acto.

El motorista se encontraba haciendo una ruta de moto en compañía de un par de conocidos, que fueron los encargados de dar aviso al Servicio de Emergencias del Principado alrededor de las seis de la tarde. Hasta el lugar se trasladó inmediatamente una ambulancia del centro de salud de Villaviciosa y también intervino un voluntario de Protección Civil de Cabranes que se encontraba fuera de servicio. pero los facultativos ya no pudieron hacer nada por la vida de Mario R. F. Al lugar del accidente acudió también la UVI móvil, agentes de Policía Local y de Protección Civil de Cabranes.

La vía en la que se produjo el siniestro es muy frecuentada por motoristas de toda la región por su belleza y trazado.

Asturias no vive buenos momentos en cuanto a sus estadísticas de muertes en accidentes de tráfico. Este año pasado la carretera se cebó especialmente en los motoristas: diez de ellos murieron, dos más que en 2016. Son ya casi el 40% de las víctimas en Asturias. El pasado mes de febrero, por ejemplo, perdía la vida un joven motero de 16 años en Navia. Todos los accidentes mortales del año pasado se produjeron en carreteras convencionales, no en vías rápidas o autovías. Además, el segmento de población más golpeado fue el comprendido entre los 35 y 44 años.