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Julio de la Fuente: "Gabino Diego será el protagonista de mi próxima película"

El cineasta moscón llevará su largo "El último invierno", rodado íntegramente en Asturias, a 500 festivales de todo el mundo

El protagonista del filme, Eduardo Castejón, a la izquierda, durante el rodaje en Cudillero. A.M. SERRANO

Julio de la Fuente no para. Reciente aún la première madrileña de su largometraje "El último invierno", el cineasta moscón ya trabaja en un nuevo proyecto: se trata de "El amor no cree en las lágrimas", también de largo metraje, y para el que ya tiene protagonista. "Será Gabino Diego", revela el director, que adelanta que en el reparto también estarán Manolo Zarzo y Nerea Camacho.

La previsión de Julio de la Fuente pasa por rodar en 2019, aunque las fechas no están cerradas, a expensas de lograr la financiación necesaria para acometer la filmación. En la actualidad trabaja en el guión, en colaboración con el escritor Juan Laborda Barceló, y tiene claras las localizaciones: rodará en Leganés y en San Esteban del Valle (Ávila).

Pero antes de embarcarse en esa nueva aventura cinematográfica, Julio de la Fuente está centrado en la promoción y distribución de "El último invierno". Aunque el cineasta moscón deseaba presentarlo en Cannes, se ha quedado fuera por una cuestión de plazos. Sin embargo, la película tendrá un largo recorrido en otros certámenes, nacionales e internacionales.

"En una primera tanda, vamos a presentar 'El último invierno' a 250 festivales, sólo de habla hispana, nacionales e internacionales. Y en cuatro meses tenemos previsto subtitularla a inglés e italiano, para enviarla a más festivales internacionales, otros 250 aproximadamente", explica Julio de la Fuente. En paralelo, el cineasta moscón presentará la película en varias localidades asturianas. Sin ir más lejos Noreña, donde se proyectará el 23 de abril.

Para el público asturiano, las localizaciones del filme, rodado íntegramente en la región, serán un aliciente adicional. Grado, Oviedo, Cudillero, Muros de Nalón y Gozón son los concejos en los que se filmó "El último invierno". Todos ellos seleccionados por Julio de la Fuente por su idoneidad para ambientar la historia de la película, pero también por su propia conexión personal con esos enclaves.

Grado, como no podía ser de otro modo, es un escenario central del filme. La plaza General Ponte, el parque de Arriba, la calle que conecta la Rectoral con la capilla de los Dolores o el colegio Bernardo Gurdiel son algunos de los enclaves elegidos por el cineasta. "Son las calles en las que yo jugaba de niño, cuando soñaba con ser cineasta. El colegio de hija, mi instituto... Lo conozco como la palma de mi mano, y para mí era una motivación poder ambientar aquí la historia y filmar la película en estas calles", explica el director.

Otro enclave importante en el filme es Oviedo, donde el equipo de rodaje trabajó a principios de agosto del año pasado. La calle Arquitecto Reguera y algunos conocidos establecimientos de la ciudad quedan inmortalizados en el filme, pero hay un lugar especial que Julio de la Fuente tenía que incluir, sí o sí, en su película: el Campo San Francisco. "Es el lugar más emblemático de Oviedo", reivindica el cineasta.

Los otros tres concejos asturianos en los que filmó Julio de la Fuente sirven para situar las escenas en la costa. El propio director reconoce que el mar es una presencia constante en su obra, y no podía faltar en esta primer largometraje, que se inicia con unas tomas aéreas de los acantilados de Gozón. "Elegí el sitio por su belleza, me parecía un lugar muy adecuado para ambientar lo que quería mostrar", explica el cineasta.

De Muros de Nalón, la que sale es la playa del Garruncho, en San Esteban de Pravia. "Es la playa de la gente de Grado. Pero además es una playa muy cinematográfica, porque es abrupta, incluso violenta, lo que me permitía jugar con el escenario para ambientar un crimen", revela Julio de la Fuente.

La última de las localizaciones, que es también en la que empieza la historia para el protagonista, es la playa de la Concha de Artedo, en Cudillero. Y de nuevo, la elección de Julio de la Fuente tiene una componente emocional, personal: "Es la playa de mi vida", reconoce.

A partir de estos enclaves, que conjugan valores cinematográficos y sentimentales para el director, Julio de la Fuente construyó en imágenes esa historia de venganza que es "El último invierno". Cine 100% asturiano.

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