El concejal y cabeza de lista de Asturianistes por Nava, Emilio Ballesteros, lleva en la Corporación desde 2007. Hasta aquel año había militado en el PSOE, pero cuando Claudio Escobio accedió a la secretaría general del partido se mostró disconforme y se fue para contribuir a la fundación de Asturianistes Por Nava, un partido que obtuvo dos concejales y pasó a la oposición. El mandato siguiente consiguió, también con dos ediles, acceder a la Alcaldía, gracias al apoyo de Foro y el PP, y en las últimas elecciones obtuvo tres concejales pero pasó a la oposición del PSOE de Juan Cañal. El partido no vuelve a presentarse a las elecciones.
- Dicen que no se presentan por cansancio y falta de relevo.
-A la gente del partido le gustaría seguir trabajando. El problema es que nadie quiere encabezar la lista. Yo tengo una cuestión personal que no me permite dedicarle tiempo a la política como para seguir de cabeza de lista, y todos querían ayudar pero nadie quería ponerse al frente. Entonces, decidimos replantearnos el proyecto.
- ¿No cree que si paran ahora después será muy complicado el regreso? Sería como empezar de cero.
-Cuando cogimos la agrupación, partimos de cero. Quizá la próxima vez hay que aspirar a cambiar de proyecto y hacer ilusionarse a la gente. Nosotros cogimos la Alcaldía en los peores momentos de la crisis, y apostamos por lo que nadie apostaba, la cultura, la sociedad, la participación, y hay cosas que calaron y otras que no. Hubo gente que no lo entendió. Yo estoy desencantado con el encasillamiento que te ponen ahora, la imposibilidad de hacer una lista abierta, que la gente no vote a un partido sino a ciertas personas, esta forma de dirigirte que tienen. Reconozco que una de las peores cosas que hicimos en el Ayuntamiento fue enfrentarnos a esta maquinaria de poder que son los grandes partidos. Tienen una manera de compensar y descompensar a los ayuntamientos que roza lo cacique.
- Julián Fernández Montes hablaba del desprestigio de la política, que hace que mucha gente se lo piense para entrar.
-Siempre hay gente a la que le va la marcha, y yo soy de esos. No puedo decir que me sienta insatisfecho, y que no sienta el calor del pueblo. Mentiría si dijera que no lo pasé bien en política. Dicho esto, es un problema cada vez más grande reclutar a gente brillante.
- ¿A quién cree que beneficia que no se presenten?
-Más que beneficiar, creo que perjudica al pueblo de Nava, porque hay mucho huérfano políticamente. Hay mucha gente que dejó de creer en la existencia de izquierda y derecha y creía más en los proyectos y las personas. Toda esa gente se va a sentir huérfana. Nosotros tenemos mucha gente de tendencia conservadora, pero también gente considerada nacionalista, o de izquierdas. Lo que captábamos era un sentir diferente. Pero no somos nacionalistas. Defendemos Asturias y su lengua, pero otra cosa es defender un nacionalismo asturiano. En Asturianistes hay gente de mucho tipo de colores. Yo no me siento identificado ni con la derecha ni con la izquierda.
- ¿Qué fue lo peor y lo mejor de su mandato?
-Me sorprendieron gratamente dos personas. El cura, Eduardo Solís, que fue discreto, eficiente y muy cercano cuando quitamos las placas franquistas. Tenía ciertos recelos y quedé muy sorprendido. Con esa persona iría a cualquier parte. También me gustó el comportamiento del director del Museo de la Sidra, Elías Carrocera, que defendía el equipamiento como nunca vi defender a nadie, y que cuando se fue lo hizo de manera silenciosa, tranquila, sin alborotos, como no se suele hacer en este país. En cuanto a lo peor, muchos de los alcaldes de otros concejos. Nunca pensé que gente salida de familias normales pudiera llegar a ser tan soberbia.
- ¿Cuáles son su prioridades para este año de oposición?
-Estamos preocupados por el convenio colectivo y la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento, que lleva 40 años estancado, y el plan de Urbanismo, que lleva 15. Creo que las trabas a Aguas de Fuensanta por culpa de las limitaciones de la normativa son el peor fallo del gobierno de Juan Cañal.
- - ¿Se ve regresando a la arena dentro de cuatro años?
-No lo descarto. Posiblemente, aunque no sea en primera línea. La política me gusta, siempre me gustó, y me veo otra vez de vuelta peleando por mis ideas. Seguro que volveré.
