Cerca de una veintena de joyas de cuatro ruedas aparcadas frente a la playa fue lo que se encontraron ayer quienes visitaron Tazones. El motivo: miembros de la escudería El Pistón de Cantabria se acercaron a la localidad maliayesa a bordo de coches clásicos para completar la ruta de Carlos V, que si nada se tuerce concluirán mañana en Mojados (Valladolid), reproduciendo así las andanzas que el monarca español habría ejecutado hace ahora más de cinco siglos.

El programa incluyó ayer una degustación de platos típicos en Tazones y una pernoctación en Villaviciosa antes de partir hacia Aguilar de Campoo. Los participantes destacaron el paisaje del concejo, donde fueron recibidos por miembros de la Asociación Cultural Primer Desembarco de Tazones.

Entre los amantes de los coches clásicos que ayer se dejaron ver por Tazones se encontraban Aurelia López y Federico Cabrillo, propietarios de un viejo Jaguar que acaparó los flashes de varios transeúntes. "Creo que tres días de ruta nos van a saber a poco. Queremos más", dijeron.

En la misma línea se expresaron Ignacio Rodríguez y Antonio Guzmán, conductores de un flamante MGB 1800 Roadster con treinta años de antigüedad. "Participamos en alguna más larga que incluyó paradas en el monasterio de Yuste (Cáceres), donde falleció Carlos V, y nos gustó tanto que repetimos", aseveraron.

Sus compañeros Julio Becedoniz y Luis Orta, a bordo de un Morgan Plus 4 del año 1965, también se autodefinieron como amantes de este tipo de salidas que conjugan a la perfección el aspecto más lúdico con el cultural. Pese a los avances en automovilística, Becedoniz y Orta creen que no hay nada mejor que un vehículo clásico. "Estos coches te hablan, hay algo de romántico en abrir el capó para ver lo que te dicen", afirmaron. "El placer de la conducción no tiene nada que ver con los caballos", argumentaron. Su opinión la compartían Jesús Ángel García y Mª Jesús Santander, poseedores de un R8 TS amarillo de 1969. "Viajar así tiene un encanto especial. Era como se hacía antes, con una vaca encima, la tienda de campaña y todos los bártulos", señalaron.

Con un parking repleto de vehículos de época fue difícil para turistas como Rocío Macías resistirse a hacer un par de selfies en Tazones. Esta estudiante de Biología de la Universidad de Salamanca participaba ayer junto a varios compañeros en una salida de campo cuando se topó con los Roadster. "Fue una sorpresa agradable y un aliciente más para repetir, junto con la sidra", aseguró Macías.

La Asociación Cultural Primer Desembarco de Tazones inaugura mañana la ruta a pie de Carlos V-Camín Real, con una marcha hasta Villaviciosa que parte a las diez de la mañana desde la plaza del Riveru. Se trata de once kilómetros de recorrido que discurren por localidades como Lliñeru o Bedriñana. Los senderistas tendrán la oportunidad de visitar la exposición permanente de la estancia en la que pernoctó el futuro emperador en la Casa de los Hevia y se les obsequiará con el libro "Carlos I en Villaviciosa". El colectivo confía en que sea un aliciente más para atraer visitantes y dinamizar la zona.