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Un problema que preocupa en el área rural

Los expertos desvinculan las grietas de Traspando de las minas abandonadas

"En la zona hay algunos niveles salinos que pueden estar siendo disueltos por el agua de infiltración y dando lugar a estas dolinas", explica el presidente del Colegio de Geólogos de Asturias

Celso Noval muestra el lugar donde le "engulló" la tierra. M. M.

Los expertos descartan que los socavones, cada vez más numerosos, que sufren y preocupan a los vecinos de Traspando, en Siero, tengan que ver con el abandono de los antiguos yacimientos mineros. Algunos de los habitantes en la zona relacionan esta situación con la inundación de las viejas galerías, pero el presidente del Colegio de Geólogos de Asturias, José Antonio Sáenz de Santa María y Benedet, explica que precisamente el que se llenen de agua "da más estabilidad al terreno, pues como mejor se conservan las minas subterráneas es inundadas". Afirma que la situación de la inestabilidad del terreno en Traspando "nada tiene que ver con las minas de Lieres, que están a varios kilómetros al este de este punto".

La primera valoración que realiza Sáenz de Santa María, a la espera de poder visitar la zona para examinarla, es que "tiene que ver con que el terreno subyacente está formado de materiales arcillosos pérmicos y triásicos". Agrega que "en el conjunto se encuentran también algunos niveles salinos que pueden estar siendo disueltos por el agua de infiltración y dan lugar a esas torcas o dolinas". Es decir, se puede estar produciendo una disolución de esas sales, lo que provoca estas rupturas de la tierra.

Compara la situación de Traspando con otra aún más grave en Zaragoza, donde han tenido numerosos problemas con la construcción del AVE porque las capas de sal del terreno se disuelven creando dolinas más profundas todavía que las de Siero.

El geólogo también indica que "no existen ríos subterráneos, salvo en casos contados". Argumenta que "el subsuelo no está vacío ni hueco" y con el ejemplo de una esponja, que tiene cavidades y poros, explica que son circuitos naturales del agua por esos materiales porosos. El presidente de los geólogos de Asturias tiene previsto visitar la zona para comprobar cuál es el alcance del problema, calmar a los vecinos y ver qué soluciones podría haber.

Uno de estos vecinos, Celso Noval, se llevó un buen susto en mayo de 2013 porque la tierra literalmente le tragó en la finca colindante a su vivienda. Pisó una zona de ortigas y se desplomó. Describe que circulaba abundante agua por el subsuelo y fue una de las corrientes la que lo aupó lo suficiente como para agarrarse a la hierba y poder salir. No hacía pie.

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