La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los dueños de perros, enfadados con el veto en las playas, piden fijar unas horas a diario

Candás prohíbe los canes hasta octubre: "Comprendemos que no se pueda durante el día, pero al caer la tarde no hay gente"

Pedro de la Fuente con "Duque", en Candás. PEDRO PASCUAL

Llega el 1 de mayo y las playas se vedan a los perros. El lugar preferido en Candás para pasear a las mascotas echa el cierre hoy mismo hasta el 1 de octubre y deja desamparados a muchos vecinos que encuentran en el arenal de Palmera y en La Pregona un espacio de ocio junto a sus mejores amigos.

No se entiende muy bien entre los usuarios de las playas este cierre total, aunque lo respetan. "No es cuestión de limpieza, todos los que venimos aquí recogemos los excrementos", explica un grupo de usuarios a LA NUEVA ESPAÑA con, efectivamente, una bolsa con los restos en la mano.

"En Ribadesella, por ejemplo, hay unas horas, al finalizar el día y a primera hora de la mañana, que se puede ir a la playa con el perro", señala Velina Zorita. Junto con su pareja, Ernesto Castañón, aprovecha los últimos días con sus mascotas junto al mar. Son de León, pero viven en Candás, aunque los fines de semana cruzan el Pajares hacia su tierra. Esta vez, se han quedado en Asturias para que sus perros puedan disfrutar de este último fin de semana correteando por la playa.

Junto a ellos, pasean Alma García y Marcia Escamilla con otros cuatro amiguitos, todos de pequeño tamaño y encantados corriendo por la arena. Son "Aisa", "Luna", "Hada", "Sisi", "Beni" y "Milú". Más o menos posan para la foto, pero con tanto movimiento, es difícil identificar a cada uno de los seis.

"Comprendemos que no se pueda venir con los perros en verano por el día", coinciden, pero es más discutible "que no haya unas horas en que puedas venir, al finalizar el día y antes de que la gente empiece a venir a tomar el sol". Añaden a sus argumentos que, "en Candás, por la tarde no da el sol en la playa y se vacía pronto". Aún hay más, "La Pregona es zona portuaria y no es apta para el baño, no viene nadie, por lo menos nos podrían dejar aquí".

A solas y con "Duque" atado pasea Pedro de la Fuente. "Hay que respetar la norma, pero hay días que no hay nadie en la playa". Para conseguir libertad en las playas, lo primero es "recoger los excrementos, si no va en nuestra contra", comenta. Su perro va atado siempre, salvo que no haya nadie, porque "hay grupos ya hechos de perros y uno extraño crea conflicto". Los dueños de las mascotas van a la playa porque están "seguros". "Aquí no se pueden perder, los tienes controlados y disfrutan".

Con la playa cerrada, la alternativa es algún prado donde dejar a las mascotas correr. Pero "no es lo mismo y hace unos días un perro murió envenenado".

La polémica durará unos días; el enfado, todo el verano. Y en octubre, otra vez a disfrutar de las carreras junto al mar Cantábrico.

Compartir el artículo

stats