La insistencia de los polesos críticos con Jenaro Soto por que deje la presidencia de Festejos ha provocado lo contrario de lo que querían. Soto había anunciado que se iría de la entidad en agosto, pero la campaña en su contra le ha hecho cambiar de opinión. "Estoy valorando volver a presentarme; no puedo dejar cancha libre a quienes les molesto", aseguró.
El presidente anunció ayer que convocará una asamblea general de socios en julio, antes de El Carmín. "La junta directiva puede pasar por la decisión que tomen los socios, y no le tengo ningún miedo a convocar esa asamblea y ser un candidato más", señaló. "Estoy convencido de que ceder a sus pretensiones es darles la razón a todas las miserias que están provocando y soltando a la opinión pública; así que quiero someterme a la voluntad de los socios, y que ellos decidan", sostuvo.
Respecto a las irregularidades denunciadas por los críticos, "Festejos tiene concertada su gestión económica con una empresa externa, y a día de hoy ni la gestoría ni Hacienda han notificado ninguna de irregularidad, y además el Ayuntamiento de Siero ha aprobado la entrega de facturas a justificar la subvención". Soto está pensándose "plantear judicialmente una reclamación por daños contra el honor" a quienes ha dicho "que llevaba robando muchos años y por eso no lo quería dejar"
Se pregunta por qué los críticos tienen tanta prisa. Cree que es por los bares de la fiesta y el Oktoberfest. Ve una "mano oscura que está moviendo hilos", alguien "que ha roto relaciones con la Sociedad de Festejos, y curiosamente con otras dos entidades importantes del concejo, porque las cuentas no cuadraban".
