Laureano Corrales Pérez es el presidente de la Cofradía del Arroz con Leche de Cabranes, una entidad que se constituyó hace algo más de cuatro años con el objetivo de llevar a todas partes el nombre del concejo y de su festival más señero, el del arroz con leche, cuya edición de 2018, la trigésima novena, comienza hoy y tendrá su momento culminante el domingo, con el quinto Capítulo de la cofradía, el pregón de Beatriz Rico, la entrega del Grano de arroz de oro a María José Hevia y el concurso al mejor arroz con leche. El punto culminante llegará a las dos de la tarde, cuando se falle el concurso del popular postre.
- Ustedes estaban vinculados al festival. ¿Por qué crearon la cofradía?
-Nuestra idea era reforzar los actos, y además promocionar el festival del arroz con leche y salir a todos los lados. Es raro que no haya nadie de la cofradía en los capítulos que hay por España. Vamos a casi todos. Estuvimos en Úbeda, Ribera del Duero, Arosa y Cambados, Panes, Oviedo, Noreña... estamos en todas las que podemos.
- ¿Cómo ve hoy la proyección de Cabranes y sus fiestas? ¿Sigue pesando, sobre todo fuera de Asturias, la confusión con Cabrales? Imagino que se cansarán de decir que su tierra no es la de los quesos.
-Sigue pasando, pero mucho menos que antes. Y, además, la gente empieza a identificar a Cabranes con el arroz con leche. Es una seña de identidad. Son ya casi cuarenta años de festival, y eso se nota. Sobre todo en Asturias, la gente lo tiene cada vez más claro. Y nosotros vamos a muchos sitios con la cofradía y ayudamos a promocionarlo. Por ejemplo, en Galicia el arroz con leche ya se relaciona con Cabranes, y en Úbeda, Jaén, donde estuvimos recientemente, también tienen clara la vinculación con el concejo.
- Usted lleva muchos años vinculado a la fiesta. ¿Cómo ve su evolución?
-La fiesta de San Francisco va a ser difícil que se mantenga, hay gente que lleva muchos años trabajando en ella y es normal que cansen. No sé si durará muchos años. Pero el festival tiene muy buena salud. Hoy (por ayer), faltando dos días, que es cuando más se apunta la gente, tenemos apuntados para el concurso 61 concursantes particulares y veinte hosteleros.
- Esa es la gran novedad de este año. Concurso profesional y popular.
-Sí. Hasta el año pasado, en realidad, venían tres o cuatro hosteleros, pero en 2017 vinieron 14, y en ese momento pensamos que era el momento de hacer la división en las dos categorías, aunque hay que decir que la calidad de los particulares siempre es muy alta. Se nota mucho desde que se arregló la carretera, que antes era muy mala y a mucha gente le llegaba el arroz batido, y ahora hay mucha gente que requema aquí. Solo a la vista cambió un montón, y por lo que dice el jurado, la calidad del sabor es muy alta.
- Otra peculiaridad del festival es tener a Santos Monestina como realizador del cartel oficial.
-Sí. Eso vale mucho. Lleva 25 años haciendo el cartel, y lo hace muy bien. Tiene mérito buscar tantos años temas, que después de tanto tiempo se hace más difícil. Le damos total libertad, aunque él siempre dice que si tenemos alguna sugerencia se la digamos.
- El año pasado hubo cierta polémica con la instauración del xanín y la xanina y la supresión de las damas de honor.
-Dentro de un tiempo probablemente haya gente que quiera ir de dama de honor, pero ahora no veo que haya gente que se preste. Con los niños es más fácil de encontrar, son ellos mismos lo que quieren ir. Además, este año decidimos hacer un concurso de dibujo para elegir al xanín y la xanina, es otra de las novedades; de los que ganan, el que quiera ir va y, si no, los siguientes.
