En Posada, a San Isidro se le despide compartiendo mesa y mantel. A pesar de la lluvia, numerosos vecinos se animaron a participar en la comida de hermandad organizada por el Ayuntamiento para cerrar las fiestas patronales, que cumplió su segunda edición y que va camino de volverse tradición en el concejo: "Es la mejor forma de decirle adiós al patrón".

Aunque fueron muchos los madrugadores que a media mañana ya tenían reservado su pedacito de mesa con un mantel, no fue hasta pasadas las dos cuando la gente se animó a sentarse a comer. Empanada, pulpo y bollos preñaos se abrieron hueco en una jornada en la que la fabada fue la gran triunfadora.

Y no era para menos. La fabada popular con la que el Consistorio quiso invitar a los vecinos para celebrar a su patrón triunfaron. Y de qué manera. Se repartieron más de 400 raciones y no sobró ni una faba. "Están buenísimas", destacaba el público: "Es una iniciativa perfecta, sobre todo para los que no traen nada de comer de casa".

"Lo bueno es que, improvisado o no, todos podemos celebrar la comida", destaca Marta Álvarez, que ayer acudió a la comida "de rebote". "Vine con unos amigos a dar una vuelta y, ya que estábamos aquí, nos paramos a comer", destaca, entre empanada y bollos preñaos. "Tienes el mercado al lado y puedes comprar algo de comer. Aquí compras la bebida... y a disfrutar", abunda..

Y es que el de Álvarez no fue un caso único. Fueron muchos los que decidieron quedarse a comer sobre la marcha. "Hay muy buen queso y embutido. Y también hay panadería... Tiene todo una pinta para ponerse las botas", afirma Juanjo González, mientras ultima algunas compras. "Como siga mirando... llevo más", destaca entre risas.

Además de la comida popular, durante la jornada de ayer se celebró un certamen de canción tradicional y diferentes juegos y talleres para el público infantil, que disfrutó conociendo cómo se hacía antiguamente algunas labores que hoy parece impensable que no se hagan de manera automatizada, como lavar la ropa a mano: "Era mucho más duro, se vivía peor, pero éramos muy felices", aseguran los que aún se acuerdan.