El palacio de los Vigil de Quiñones, en Aramil (Siero), sigue sin comprador. Hubo dos subastas públicas y ambas quedaron desiertas por falta de pujador. Sólo Liberbank mostró interés por hacerse con el inmueble, al ser acreedor privilegiado y la entidad que concedió el préstamo hipotecario que recae sobre el edificio, pero no presentó oferta alguna. En estos momentos sigue siendo el único que ha manifestado su interés en adjudicarse la finca, pero todavía no existe una resolución judicial en tal sentido, aunque es previsible que se dicte.

No obstante, también podría ocurrir que el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Oviedo no le adjudicara finalmente a Liberbank el palacio o que la propia entidad bancaria renunciara. Por lo que el futuro de este inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento, es incierto.

Su historia también es larga, y no sólo por su antigüedad (fue construido a finales del siglo XVI). Los actuales propietarios del edificio -Palacio de Aramil S.L.- tenían un proyecto hotelero para el inmueble. Incluso llegaron a firmar un convenio urbanístico con el Ayuntamiento de Siero para su desarrollo. Llegaron a depositar como aval 750.000 euros euros, pero como no se llegó a ejecutar el acuerdo una sentencia obligó al Consistorio a devolver a los propietarios el dinero. El proyecto hizo aguas con la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) del edificio y parte de la finca. Ocurrió hace mañana 2 años, pues el decreto de declaración de BIC es de 19 de mayo de 2016. Truncó el proyecto de desarrollo de la zona.

La empresa propietaria entró en concurso de acreedores y la solución que encontró fue subastarlo. La primera quedó desierta por falta de pujadores por su elevado precio 3,2 millones de euros, al igual que ocurrió en la segunda, cuyo dinero de partida eran 1,6 millones. Está considerado una de las joyas de la arquitectura civil asturiana de época moderna.