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"Vamos a trabajar con miedo", dicen en el centro de salud de Lugones tras otro robo

Al tercer asalto en el ambulatorio en catorce meses se suma el segundo a un bar de Lugo de Llanera, reventando la luna con una tapa de alcantarilla

El vehículo robado, estrellado en Remoria de Abajo. REP. M. NOVAL MORO

"Ya no sabemos qué hacer; vienes a trabajar con miedo". Así resumía el personal del centro de salud de Lugones su malestar y su temor ante la sucesión de robos e incidentes en las dependencias en las que trabajan después de que, en la noche del miércoles, ocurriera el tercer robo en los últimos catorce meses.

Según explicaron, los ladrones entraron por la salida de emergencia del centro de salud, después de haber desmontado la puerta tornillo a tornillo. Una vez dentro del edificio, se dirigieron a la administración del centro, donde trataron, sin éxito, de robar la máquina de café.

Entonces, al no conseguir su propósito inicial, se llevaron finalmente una pantalla de ordenador. El problema de este robo, más que la pérdida material que haya supuesto, es que pone de manifiesto la inseguridad de un centro de salud que, según sus trabajadores, siempre ha sido problemático.

El incidente más grave ocurría hace catorce meses, una noche en la que un hombre, después de reventar la puerta y andar por el centro de salud, acabó entrando a la salita en la que se encontraba el personal sanitario y le quitó el teléfono móvil a una enfermera a punta de cuchillo.

Otro incidente ocurrido el año pasado fue la rotura de la luna de la parte del conductor del coche de una enfermera con una piedra, quizá con la intención de robarle, si bien al final nadie se llevó nada y lo que quedó fue, simplemente, el daño.

Y hace tres semanas, cuando el personal había dejado una ventana abierta para ventilar, alguien entró pasadas las doce de la noche y le robó el dinero del bolso a una de las enfermeras.

Antes, habían ocurrido otros incidentes como que las ruedas del coche de un trabajador apareciesen rajadas; tiraron también piedras contra las ventanas y rayaron el coche de otra enfermera.

El problema, según explicaron miembros de la plantilla, es que el edificio está muy desprotegido, ya que por delante da a la calle pero por la parte de atrás tiene patios abiertos, desde los que es muy fácil acceder. "Estamos cansados de decir que nos vallen la parte de atrás, pero no nos hacen caso", aseguraron.

El caso es que tanto la Gerencia como el personal y el mantenimiento han mandado un escrito tras otro para pedir mayor seguirdad, ya sea con personal o con cámaras, pero hasta ahora no han obtenido ninguna respuesta. "Ya no sabemos qué hacer, nadie nos ha contestado", señalan.

Tras el incidente del cuchillo se tomaron medidas como habilitar un timbre para que, a partir de las ocho de la tarde, la gente tenga que llamar al 112 para que les abran la puerta del centro, y la colocación de vinilos y algunos refuerzos en las puertas, pero estas precauciones "han servido para poco", concluyen.

Por otra parte, un bar de Lugo de Llanera sufrió ayer el segundo robo en dos meses. Los ladrones destrozaron una luna valiéndose de una tapa de alcantarilla y accedieron al bar, llevándose la recaudación de la máquina tragaperras.

Los autores del robo se dieron a la fuga posteriormente en un Seat León de color negro, un vehículo cuyo robo había sido denunciado el lunes pasado por el ovetense Alberto Olano.

La Guardia Civil había acudido con prontitud al local, y sus agente salieron tras el vehículo. En la huida, los ladrones estrellaron el automóvil en la localidad de Remoria de Abajo y emprendieron la huida a pie. Una bolsa con monedas de las máquinas fue hallada en el interior del automóvil. La propietaria del bar recordó que hubo una reunión con el alcalde, Gerardo Sanz, para tomar medidas contra los robos. Entre ellas, la colocación de cámaras de seguridad. El caso es que algunas cámaras están puestas "pero no sabemos si funcionan", concluyó.

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