"Me atacó viniendo por detrás, y me hizo varias heridas en la cabeza". Así explica Pepe Riera el susto que se llevó días atrás al ser atacado hasta dos veces por un águila ratonera cuando paseaba entre Amandi y Villaviciosa. El comportamiento del ave -protegida- se atribuye a que posiblemente esté criando y trata así de defender a sus polluelos. Algunos hablan de que podría tratarse de la misma águila ratonera (vieya balagar) que hace dos primaveras ya atacó a varias personas en la zona de Cazanes, colindante a donde ahora sufrió el ataque Riera.
Éste explica que hace diariamente desde hace meses esta ruta de paseo que bordea el río Linares entre Villaviciosa y Amandi. "El primer ataque lo sufrí después de pasar la instalación del Serida. Me atacó por detrás, me hizo varios rasguños con sus garras en la cabeza que empezaron a sangrar. Del susto caí al suelo y quedé hasta atontado, perdí hasta las llaves de casa que después encontré. Pensé que había sido un dron, pero vi enseguida el águila", sostiene.
Sobre el segundo ataque, este maliayés explica que "ya iba preparado y llevaba gorra por si acaso". En este caso, el águila le acechó por la misma zona, "y como iba con un palo de apoyo en la mano, le amenacé y elevo el vuelo" sin llegar a más.
El biólogo maliayés Gonzalo Gil explica que no es habitual este comportamiento del águila ratonera, especie protegida. "Seguro que tiene el nido en la zona y puede tener polluelos recién nacidos. Lo que hacen este tipo de aves es marcar y defender su territorio. Es un caso raro, pero pueden hacerlo ante personas más bien solas, no en grupos, o a otros animales. En el momento que crezcan sus pollos y se dispersen ya no tendrá este comportamiento".
Este paseo que bordea el río Linares es utilizado a diario por numerosos vecinos, pero los ataques a Pepe Riera son los únicos que han trascendido. Éste quiere advertir a otras personas para que vayan atentas: "El susto que llevé fue tremendo, no se lo deseo a nadie, nunca me había pasado nada igual".
